Durante diez meses, Villa Florida vio crecer algo más que un árbol: vio tejerse una historia de encuentro, paciencia y esperanza.
Con hilos de lana de todos los colores y corazones bien abiertos, un grupo de mujeres convirtió el crochet en un abrazo que viste de Navidad a la ciudad.
Todo empezó con la idea sencilla de cuatro amigas. Pero como suelen pasar las cosas lindas, la propuesta fue creciendo hasta reunir a 26 mujeres bajo un mismo nombre y un mismo sueño: “Tejiendo Sueños”.
La plaza, la municipalidad, la Casa de la Cultura y los hogares se transformaron en talleres improvisados.
Entre mates, charlas y risas, cada una tejió más de 100 grannies, unos pequeños cuadrados de crochet que, unidos con paciencia infinita, dieron vida a un imponente árbol navideño de 10 metros de altura y 12 metros de diámetro.
En la punta tiene una estrella de 1,5 metros que hace lucir esa parte del cielo misionero.
Unión y amistad
Gladys Riveros, docente jubilada de 65 años e integrante del grupo, lo resume con palabras simples y profundas: “Lo hicimos por amor a la artesanía y por amor a Villa Florida. Regalamos nuestro arte y nuestro tiempo porque queremos hacer cosas buenas por nuestra ciudad, que es turística, y así ofrecer un atractivo más”.
La inauguración oficial del paseo navideño se hizo anoche, con el encendido de las luces del árbol.
Teresita Fernández, coordinadora del grupo, no ocultó la emoción: “Buscamos incentivar el sentimiento de pertenencia. Estamos muy contentas: cuando empezamos no sabíamos si lo íbamos a lograr, y hoy es una bella realidad que nos llena de orgullo”.
El espíritu navideño no se quedó ahí. El proyecto también abrazó la ciclovía: 13 palmeras grandes y 4 pequeñas fueron completamente decoradas, sumando color y calidez al paseo urbano.
En total se utilizaron 78 kilos de hilo, conseguidos gracias a donaciones de autoridades y vecinos que se sumaron a la causa.
La inversión en materiales alcanzó los G. 7.100.000, pero el verdadero valor es incalculable: más de 3.300 grannies tejidos con amor.
Misioneros invitan a los turistas a conocer su paseo decorado.