Una mezcla de paciencia infinita, amor a la música y mucha dedicación son los secretos que combina don Isabelino Balcázar (80) en su trabajo de luthier, experto en fabricar y arreglar violines. En su ciudad, Encarnación, lo conocen como un legendario en este trabajo, ya que toda su vida dedicó a este oficio.
Don Isabelino contó que comenzó este trabajo a los 13 años y que hasta ahora lo ama, además, se siente conforme ya que es uno de los pocos en el país que hacen violines.
“Desde 1954 fabrico, más o menos tenía 13 años en ese momento, en Luque se fabrican por doquier guitarras y arpas, pero no violines, porque esta es otra cultura, para esto se necesita mucha precisión y detalles”, indicó a Sur Televisión el experto.
Explicó que tiene que ensamblar 54 piezas y que le lleva 2 meses fabricar uno. “Hay muchas piezas pequeñas y hay que cuidar para que no se rompa, para que tenga vibración el sonido”, detalló.
Alegó que no solo recibe pedidos de Paraguay. En varias ocasiones ya vinieron a su casa alemanes, argentinos y otros europeos para llevar sus violines. Incluso, algunos violines suyos ya recorrieron el mundo.
Balcázar heredó este arte a uno de sus hijos, quien también ya fabrica violines y es músico a la par. Los oídos del luthier son tan agudos que escuchan cada vibración de sonido para que instrumento que fabrican suene bien.