Lejos de su familia y privado de libertad, Andrés Campuzano supo explorar su lado artístico y ahora se gana la vida como carpintero.
Él es colombiano y lleva seis años en la Penitenciaría Regional de Ciudad del Este.
Cuando llegó ahí no sabía nada de carpintería, pero ahora es el encargado y, junto con otros internos, enseña el oficio a los interesados.
“Yo aprendí aquí el tema del tallado en madera, ese es mi fuerte. Se me daba bien el dibujo y aproveché eso aquí”, dijo en entrevista al portal CDE Hot, de Alto Paraná.
En este tiempo ya talló una imagen de la Virgen de Caacupé que fue entregada al obispo Ricardo Valenzuela, contó.
Actualmente está trabajando en varios proyectos, como una obra que quiere enviar al Vaticano.
Son trabajos que llevan mucho tiempo de dedicación y requieren de gran paciencia, pero eso es lo que disfruta.
Nueva oportunidad
Campuzano espera con entusiasmo la oportunidad de reinsertarse en la sociedad.
“Todos somos seres humanos y tenemos errores, y el mío fue tráfico de drogas”, comentó.
Su idea para cuando quede en libertad es seguir trabajando en nuestro país.
“Es una tierra que me encanta, no creo que este (la prisión) sea el motivo como para salir corriendo; al contrario, he conocido muchísimo más aquí en la prisión, he aprendido muchísimo”, refirió.
“Tenemos ganas de salir adelante, tenemos ganas de una segunda oportunidad, agregó.
Todos los carpinteros de la Penitenciaría Regional de Ciudad del Este trabajan únicamente por pedidos, señalaron.