06 may. 2024

Caminó casi 130 kilómetros para pedir a la Virgen de Caacupé por su nieta

La salud es el principal pedido de los promeseros que se acercan a la Basílica Santuario Caacupé cargados de fe.

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Crusilda Bogado ruega a la Virgen de los Milagros por la sanación de su nietita.

Con los pies totalmente destrozados, llegó a Caacupé la señora Crusilda Bogado, luego de caminar 126 kilómetros. En cada paso pedía a la Virgencita por la salud de su nieta de 5 años, pues hace apenas dos meses los doctores le diagnosticaron leucemia.

“No me importó el dolor, con tal de llegar junto a la Virgen de Caacupé para pedir que sane a mi nieta. Yo tengo fe en que me va a escuchar”, dijo la señora mostrando las plantas de su pies llenos de ampollas y otras lesiones.

Según contó, es la primera vez que visita Caacupé y lo hizo caminando desde su casa, ubicada en Caaguazú. Dos de sus sobrinos la acompañaron para que no peregrine sola. “Muy jetu’u fue, salimos el sábado a la mañana y llegamos el lunes. Lo que más me cansó fue mi mochila, porque era muy pesada, pero todo esto lo hago por mi nieta”, dijo la mujer.

Vestida como la Virgencita

Con un vestido largo de color blanco y encima una capa con detalles azules, llegó Agustina Vera a la Basílica Santuario de Caacupé. La devota contó que hace 5 años peregrina vestida como la Virgen por una promesa que hizo a la Virgencita por haberla curado de una enfermedad.

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“Yo descuidé mi salud, puse en primer lugar mi trabajo, mi familia y me dejé, luego estuve muy enferma y los doctores me dijeron que tenía mioma hemorrágico; me interné por varios días, incluso entré en terapia y ahí fue que yo le pedí a la Virgen que me ayude a sanar y gracias a ella hoy estoy viva”, dijo.

Su promesa es ir todos los años a Caacupé vestida como la Virgen y caminando desde Kurusú Peregrino. “Yo tengo mi casa en Emboscada y voy en colectivo hasta Kurusú Peregrino, ahí me bajo, me visto y comienzo a caminar”, manifestó.