En una sorpresiva decisión, un joven que estaba siendo buscado por asaltar una despensa en Lambaré, se presentó esta tarde a la sede del canal Telefuturo, donde dio su versión de los hechos y luego se entregó a la Policía.
Se trata de Marco Antonio Sanabria (24), quien declaró que su cómplice y amigo, Carlos Octavio Iriarte Portillo (20), fue abatido por el dueño del local comercial, ya que él no disparó y se escapó del lugar, sin robar nada. El presunto asaltante fallecido tenía orden de captura por robo agravado, según datos.
El atraco ocurrió alrededor de las 19:00, el miércoles 26 de setiembre, en el autoservice La Rosada, ubicado en Andrés Gelli y Acuña de Figueroa, barrio San Isidro de Lambaré.
“Carlos Portillo y yo entramos en la despensa; yo me bajé con la intención de asaltar el lugar. De entrada, cuando Carlos se fue hacia el señor, en la caja, yo ya forcejeé con un muchacho que estaba ahí; me agarró de la mano”, relató Sanabria.
Admitió que estaba armado, con una pistola automática, calibre 22 milímetros, que tenía una sola bala, porque le faltaba el cargador.
Negó haber efectuado ningún disparo, pero lamentó no tener forma de demostrarlo, ya que tiró el arma a pocas cuadras del lugar, en su huida.
“El señor (el despensero) tenía el arma”, aseveró el joven, quien dijo que escuchó 4 disparos.
Sanabria refirió que solo entre dos hicieron el frustrado golpe, para desmentir la versión oficial que señala que hubo 4 asaltantes y uno de ellos fue abatido, aparentemente, por uno de sus cómplices, en un forcejeo con el dueño de la despensa.
Otro detenido
En el marco de la investigación, hoy también fue detenido Aníbal Ojeda, durante procedimientos realizados por la Policía en Villa Elisa, departamento Central.
En un allanamiento en la casa del padre del sujeto fueron halladas dos armas de fuego y motocicletas que se presumen que fueron usadas en el asalto a la despensa de Lambaré.
Sin embargo, Ojeda negó su participación en el atraco y, tras admitir que cuenta con antecedentes penales, sostuvo que tiene armas solo porque le gusta.