08 may. 2024

Vendedora de carnadas: “Trabajar 12 horas en la resolana no es fácil”

Al costado de la ruta debe “chulear” a gente que regatea y a hombres maleducados.

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Así quedó Luly luego de una jornada de 12 horas vendiendo carnadas al costado de la ruta.

Gentileza.

Luly Gauto (25), de Itauguá, se hizo viral en Facebook por compartir una foto donde muestra cómo termina una larga jornada vendiendo carnadas y artículos de pesca, al costado de la ruta.

La joven tenía la cara, el cuello y el pecho totalmente afectados por las 12 horas trabajando en la resolana, pero no faltó la sonrisa. Su toldo está ubicado en el barrio Naranjaisy, de Villeta.

“No es fácil estar en la calle sinceramente calorazo sumando la resolana del asfalto. No regatees su producto. No significa que porque tenga un puesto pequeñito tenga menos calidad que el otro que está bajo techo y aire”, escribió.

La publicación alcanzó los 11 mil “Me gusta” y casi 400 comentarios felicitándola por su esfuerzo y alentándola a seguir adelante.

Tiene tres trabajos

Luly es una auténtica emprendedora, su vida gira en torno al trabajo.

De viernes a domingo vende los artículos de pesca de 06:00 a 18:00. De lunes a jueves se moviliza con un carrito vendiendo helados y gomitas dulces en distintos puntos.

También cuenta con un puesto móvil de tragos que lo instala donde hay festivales o algún evento recreativo.

“Mientras la gente está festejando, pasándola bien, yo estoy trabajando. No es fácil, pero tampoco me pesa porque yo no soy fiestera. Cuando me cuentan de una fiesta yo ya pienso en trabajo”, expresó.

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También vende helados, tragos y joyería.

GENTILEZA.

Sobre el sacrificio de trabajar en la calle, señaló que lo más difícil es lidiar con los acosadores.

“Hay personas que para vender más coquetean con el cliente. Yo soy amable, pero seria con los hombres porque muchos son maleducados”, dijo.

Su pasión por la pesca la motiva a seguir en el negocio, pero detesta que le regateen el precio.

“Me duele luego que no respeten el sacrificio de la gente que trabaja en la calle. La carnada vendo a G. 15.000 la docena y algunos se quejan, pero no saben todo el tiempo que invierto en conseguir y que por el calor mueren de mí 15 a 20 por día”, dijo.

Su sueño es tener un local fijo y dar fuente de trabajo.