
Las autoridades mexicanas declararon alerta máxima y cientos de miles de personas, entre ellos muchísimos turistas, se prepararon para recibir el impacto con probables efectos “catastróficos”.
El más grande
En su trayecto a México, el huracán con categoría 5, la máxima en la escala Saffir-Simpson, llegó a presentar vientos de 325 km/h, superando los 315km/h del tifón Haiyan que devastó a Filipinas en noviembre del 2013. Un huracán de esta magnitud es capaz de levantar automóviles, destruir casas que no estén bien cimentadas y arrastrar a personas en las calles.
Antes de tocar tierra, los vientos dismuyeron su velocidad a unos 305 km/h. Las zonas costeras han tomado precauciones es peciales, desalojando a las personas e impidiendo los vuelos y la navegación.
Refugios
El Gobierno previó refugios anticiclónicos para recibir “a miles y miles de personas” de los estados de Jalisco, Colima y Nayarit, los mas vulnerables. Según las estimaciones iniciales, el huracán es tan grande que podría atravesar las dos Sierras Madres, atravesar México y seguir su rumbo hacia Estados Unidos.