En su misa habitual en la capilla de la Casa Santa Marta, el papa afirmó que “las divisiones comienzan con la lengua de los que siembran cizaña” y que “con sus chismes destruyen las familias y comunidades, ocasionando odio y guerras”.
El pontífice afirmó que esto se da “por envidia, celos y también por cerrazón” y que “la lengua es capaz de destruir una familia, una comunidad, una sociedad, de sembrar odio y guerras”.
“Chismear es embarrar”
En otro momento el papa dijo que “el chismear es así: embarrar al otro” y que “¡el que chismea embarra! ¡Destruye! Destruye la fama, destruye la vida y tantas veces sin motivo, contra la verdad”.