En ese tiempo de angustia hasta llegó a renegar de su carrera. “A mí lo de ser famosa o conocida no me interesaba nada. Yo quería ser arquitecta y tener hijos. Dentro de mí, le echaba la culpa a mi trabajo. Dentro de mí pensaba que por qué se me había dado lo de la fama y no lo que yo quería de verdad”, apuntó. Ya perdiendo toda esperanza de ser madre comenzó a pensar en la posibilidad de adoptar: “Pensé en adoptar y fue la peor época de mi vida, porque es fácil decirlo, pero luego otra cosa es hacerla. Pensaba si iba a ser capaz de hacer crecer a un hijo que realmente no era mío. Pero cuando empecé seriamente en adoptar, me quedé embarazada y tuve mucho miedo de perderla, pero cuando nació, fue lo más top”, afirmó.
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Ahora que es madre de una niña asegura que ella es la que la impulsa a hacer cosas nuevas, fue una llegada muy deseada y muy esperada.