En la actualidad, sostener una relación amorosa es de hecho ya un desafío, porque es increíble observar cuán temerosos están a comprometerse y me consta cuánto se censuran frecuentemente al momento de demostrar afecto e interés.
Existe como una tendencia de: cuanto menos me involucro o demuestro mis sentimientos me veo mejor, doy la impresión inclusive de ser una persona segura, independiente, realizada y hasta más exitosa. Así que no podemos negar que mantener y fortalecer una relación a distancia es aun más complejo.
Depende ciertamente de tantos factores, entre los que se encuentran los sentimientos, la madurez de ambas partes, las características personales de cada uno, el lenguaje de amor que los identifique a cada quien. ¡Sí!, por ejemplo, el lenguaje de amor de mi pareja es el de las palabras de afirmaciones, muy bien podré en la distancia, a través de los medios, tecnológicos seguir nutriéndolo. Ahora bien, si tu lenguaje de amor es el del contacto físico (abrazos, besos, caricias, intimidad, el acto sexual en sí), que sigas nutrida se complicará por la distancia instalada.
Lo que pueden incorporar para que funcione independientemente del distanciamiento físico es que, por favor, sigan teniendo citas, establezcan horarios de comunicación; no tengan miedo de llevar a cabo también conversaciones incómodas y hasta de discutir, recuerden que estas experiencias también les permite seguir conociéndose y hacer los ajustes que se requieran de manera que ambos sean honestos y puedan sentirse satisfechos.
Sigan compartiendo aficiones como lo hacían cuando estaban juntos y próximos y, finalmente, sin ser menos importante, recuerden que la actividad sexual no es solo penetración, los encuentros eróticos desde la virtualidad son siempre una opción. Sin embargo no olvides, que para que funcione deben ambos querer y hacer que funcione.
¡Abracitos y éxitos en ello!
