Más de 200 kilómetros viajó el ataúd de Liz Vera (23) desde Itá donde le hicieron el velorio hasta el cementerio de Yuty, Caazapá.
Decidieron enterrarla ahí porque es su ciudad natal y para que le den el último adiós sus abuelos, parientes y vecinos.
“Todos estamos shockeados”, remarcó a EXTRA su padrastro, Antonio Coronel.
Esta joven conmocionó a todo el país tras fallecer luego de caer del colectivo para seguir al que le robó el celular que tenía su tesis.
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Su papá biológico, Eulogio Vera, volvió de Argentina para también darle su última despedida, explicó Coronel.
Mencionó que la joven, proveniente de una familia humilde, trabajó desde los 17 años.
“Primeramente trabajaba con la tía, y luego en las oficinas del colegio Campo Alto, después vino la pandemia”, refirió.
Trabajó en una boutique de Itá y cuando salió a visitarle el domingo 5 de septiembre a su madre, ocurrió el robo que acabó con su vida.
Rifa de compas
Cabe señalar que la facultad Unigran de Itá, donde estaba por graduarse como Ingeniera Informática, anteayer expresó sus condolencias.
Sus excompañeros hicieron una rifa de casi 100 premios que ayudarán a la familia con los gastos.
El sorteo es este sábado. Habilitaron el número (0991) 334 108 para contactar y hacer los giros.
Los padres, muy dolidos, todavía no pensaron en pedir una graduación póstuma, señaló Coronel.
Circuito cerrado
La Fiscalía dio a conocer nuevas imágenes posteriores a su caída del micro. Cerca de 14 pasajeros se dieron cuenta del accidente y se bajaron a mirar.
Sin embargo, el chofer Édgar Alfonzo Rotela, de la empresa Paraguarí, siguió su camino y les abandonó a sus pasajeros, incluida a la accidentada.
Condena del chofer depende de testigos
El fiscal del caso, Itálico Rienzi, explicó que el chofer podría ser procesado por la muerte de Liz Vera por homicidio culposo.
Sin embargo, esto depende de las declaraciones de los testigos al número habilitado (0982) 456 758 o a la Comisaría 2da. Central.
“No se pudo identificar todavía a ningún pasajero y va a ser clave eso”, indicó.
Por el momento, el chofer está procesado por omisión de auxilio y omisión de aviso de un hecho punible bajo prisión domiciliaria.
Por su parte, el ladrón del celular está procesado por robo. Se trata de Pablo Daniel Corbalán, quien guarda prisión.