Las clases virtuales se convirtieron en un feroz dolor de cabeza para los profesores, que aseguran que desde que comenzó la cuarentena viven un “calvario”, no solo porque trabajan más horas, sino por tener que lidiar con padres “irresponsables” y alumnos “malcriados”.
Yemy Alfonso, docente de un colegio privado de Asunción, contó a EXTRA que desde hace varios días sus alumnos se declararon en huelga y que no participan de las clases.
“Los chicos ya no quieren saber nada de mí, sus padres menos, no cumplen con las tareas, no asisten a las clases y si lo hacen es para faltarme el respeto y decirme groserías”, lamentó la profe.
Resaltó que por la cuarentena el colegio donde trabaja les recortó el sueldo.
“Enseño varias materias desde el primer grado al último curso, antes cobrábamos G. 1.500.000 y ahora por la cuarentena nos bajaron el salario a G. 1.000.000 mensual porque nos dijeron que no pagamos pasaje ahora”, afirmó Yemy.
Doble gasto
Lorena Acuña, de Ybycuí, señaló que es docente de una zona rural y que sus alumnos son de escasos recursos y no tienen celular. Casi no hay señal en la zona, por lo que se ve obligada a hacer fotocopias y repartirlas todos los días casa por casa, para cada clase.
“Al menos G. 700.000 de mi sueldo uso para hacer las copias y cuadernillos, ya no sé qué hacer, además pago combustible para repartir en mi moto porque viven lejos”, indicó la mujer.
Le dicen “inútil”
Ladislaa Mongelós, profesora de San Lorenzo, mencionó que recibió hasta amenazas de muerte de los padres, enfurecidos porque quieren que sus hijos aprendan. “Ellos no hacen las tareas y cuando se conectan solo es para que los padres me llamen ‘inútil’, por eso ahora vivo tomando pastillas hasta para dormir”, se quejó la docente.
“Desde las 6:00 de la mañana hasta las 11:00 de la noche estoy trabajando haciendo las clases, pero de nada sirve. Una vez pasaron hasta porno en la videollamada, no se callan o te gritan”, acotó Cristhian Pereira, docente de Lambaré.
Mara Ramos, conocida como la “profe ka’i” en Concepción, dijo que debe subirse todo el día a un árbol para poder tener señal y dar su clase.
La educación con el modo coronavirus:
En casi todos los colegios y escuelas con clases virtuales hay dos problemas principales: no entran en clases y no entregan tareas. Los chicos tienen cada ocurrencia al justificarse ante la profe:
- Me envicié con el jueguito (el sincero).
- No tenemos impresora y no tuve tiempo de copiar a mano (el que justifica).
- No había luz o se cayó la conexión de Internet (el más tradicional).
- Para qué hay que hacer la tarea, si igual vamos a pasar (el retobado).