10 jun. 2025

Los moteles se reinventan y ponen jaula para los osados

No es peligroso siempre que sea de común acuerdo, según sexólogo.

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La jaula despierta el deseo. Los telos se reinventan.

Millennium

El Motel Millennium de Fernando de la Mora busca cumplir las fantasías de sus clientes con una suite que promete una experiencia “de película”.

Se trata de la suite 25 que tiene en medio una jaula con barras de hierro, desde donde uno puede entrar a bailar para encender a quien observa.

Blanca Benítez, gerente comercial, explicó que esta es una de las suites picantes que tienen ambientadas con diferentes muebles eróticos.

“Le gusta mucho a la gente, exploran todas las experiencias que les estamos brindando”, indicó.

Cada suite tiene un mueble determinado, distinto al de las demás. Los clientes pueden pedir por la jaula o el sillón tantra (sillón ondulado para diferentes posiciones).

También están las que tienen camillas para masajes, el caño (para bailes) o el arnés colgante (que son cintas colgantes).

“A quién no le gusta contar con una experiencia diferente y más estando en un lugar como el nuestro, a parte que les cuidamos muchísimo con lo que es la seguridad sanitaria”, añadió.

El costo de las habitaciones picantes es de G. 96.000 por 120 minutos con la tarjeta de fidelidad. También existe la promoción de seis horas por G. 150.000.

“Caballitos”

En el Motel Puma de San Lorenzo instalaron en las habitaciones los conocidos “caballitos” que se montan en pareja para una mayor comodidad, explicó la Gerente Belén Ferreira.

Así también, en el motel Deja Vu de Capiatá cuentan con los caballitos y la silla del amor, que es una silla con posaderas para adoptar la posición que se quiera.

Según el sexólogo Alejandro Aguirre, visitar una suite con jaula no sería peligroso en la medida que sea de mutuo acuerdo.

“Es como cualquier otra relación sexual. Si sacás la jaula y una de las dos personas es malintencionada, puede ser un encuentro sexual peligroso. La jaula no cambia mucho las cosas”, afirmó.

Explicó que este tipo de encuentros puede ayudar a vivir una fantasía de esclava o esclavo sexual y nada más que eso. “La rutina es enemiga de la pasión”, aseguró.

Cabe señalar que en otra de las llamativas salidas de los moteles, El Edén de Lambaré reemplaza a la Essap en cada corte de agua. Los vecinos van con bidones a cargar, algunos incluso ya van a visitar por este servicio.