07 jun. 2025

“Estoy casada hace 10 años, pero siempre fui mamá soltera”

Olga contó que su pareja vive en una ciudad lejana por cuestiones de trabajo.

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Edith Moreno

Hola licenciada, me llamo Olga, tengo 35 años. Estoy casada ya hace 10 años, y a pesar de que tengo esposo, me siento una mamá soltera. Te voy a explicar por qué.

Damián y yo empezamos a andar ya terminando el colegio. Éramos compañeros, pero estábamos en diferentes aulas porque el grupo se dividió por la cantidad de alumnos que había.

Entonces recién coincidimos como que nos gustamos en el último año. Él luego de terminar el colegio y consiguió un buen trabajo en el Chaco. A pesar de que tuvo que mudarse allá, nosotros seguíamos juntos.

Yo la verdad que no es tanto que me quería ir, y él tampoco se entusiasmaba tanto para llevarme. No puedo quejarme. Él me hizo una casa en Villa Elisa, donde estoy con mis dos hijos, uno de 8 y otro de 5 años. Y nunca nos hizo faltar nada, yo también trabajo entonces al menos me siento útil también aportando.

Ausente

Pero él estuvo muy ausente como esposo y como papá. Con suerte, puede venir del Chaco a visitarnos una vez al mes o cada dos meses. Esa ya no es vida. Y llegó el día en que me harté de criar sola a mis hijos. Por diez años, me sentí mamá soltera.

Y podrán decir ¿por qué no te vas con él? Y la verdad que sería como volver a empezar en un lugar donde realmente no vamos a tener futuro como familia, pero él tampoco quiere llevarnos allá, porque iríamos a vivir en su trabajo, donde ya estaríamos muy incómodos con los niños. Es chico.

Además, él mandó a hacer la casa con la promesa de que en un par de años vendría ya a vivir con nosotros. Supuestamente pediría su traslado, pero así, con esa promesa pasaron diez años. Le reclamé que ya no quiero estar sola criando a nuestros hijos y no es justo.

Me dijo que no quiere pedir el traslado porque ahí se gana mucho mejor que acá. Entiendo que por la zona donde está recibe como una remuneración aparte y especial, y también por dejar su ciudad. Me dijo que hace todo para que nuestros hijos tengan la vida que él no tuvo, para un día llevarnos de viaje y bla bla.

Yo si voy a ser sincera, estoy colapsada y ya no quiero estar sola. Mucho también es esperarle dos meses para poder estar juntos, yo así ya me estoy por volver santa. Encima, hay veces que viene, y como son dos días nomás ni podemos estar en intimidad ¿Qué piensa de todo esto?

La respuesta:

Es importante que ambos hablen porque la manera en que describís, cada uno estira a su conveniencia y juntos ya una familia, por lo que deben aprender a negociar, llegar a un punto donde de alguna manera los dos salgan beneficiados, o por lo menos el porcentaje de beneficio no pese mucho más hacia la balanza de uno. Podrían por ejemplo ponerse plazos, como esperar dos meses y ver si en esos dos meses llegan a un acuerdo y si eso no sucede, luego sentarse a hablar sobre el futuro de la relación. Podrían plantear también la posibilidad de que él venga al menos cada 15 días a verles hasta que puedan darle una solución definitiva. Es importante que sigas hablando con el sobre la situación de forma calmada y con respeto, para que te vayas dando cuenta si realmente él desea seguir o no con la relación. Porque su responsabilidad no solo se debe limitar a enviar dinero, también debe estar para educar a sus hijos.

Psicóloga clínica, atención a adolescentes y adultos, terapia de pareja. Instagram: @paolazapata777