La vida de una nena de 3 años fue salvada gracias a tres recolectores de basura de la Municipalidad de Pedro Juan Caballero.
Los funcionarios recorrían el barrio María Victoria, fracción San Luis, cuando el grito desgarrador de una criatura les puso los pelos de punta.
Mathyas Ibarra (18), un joven que tiene solo unos meses en ese trabajo, dejó las bolsas que cargaba y quedó atento al ruido. El pedido de auxilio provenía de una casa a mitad de la cuadra. Se acercó, golpeó insistentemente la mano y gritó, pero nadie respondía.
Cuando los trabajadores ya estaban pensando en entrar por su cuenta, una mujer en toalla salió corriendo hacia el portón. “¿Dónde está mi hija?”, gritaba.
Al entrar, descubrieron que una nena de 3 añitos estaba atrapada en un angosto espacio entre la muralla de la casa y una piecita que funcionaba como despensa.
El accidente ocurrió mientras la mamá estaba bañándose. En un descuido, la niña ingresó al sitio siguiendo a su perrito. A medida que avanzaba, el espacio se volvía más estrecho.
La cabecita de la niña estaba atorada y mientras más se movía, más se atascaba. Llamaron a los bomberos, pero la espera era eterna.
“La nenita se desmayó y ahí dijimos: ‘vamos a sacarla nosotros’”, relató.
Sin pensarlo dos veces, tomaron un martillo y rompieron el candado de la despensa, que era de un pariente de la doña.
Luego, comenzaron a destruir la pared a martillazos. “Cuando hicimos un pequeño hueco ya le pusimos un cartón encima a la nena para que no le caigan los pedazos de ladrillo”, detalló Mathyas.
Después de más de 30 minutos de tensión, sudor y fuerza, lograron abrir un hueco lo suficientemente grande como para sacarla.
Gracias a unos conocimientos básicos de primeros auxilios, Mathyas supo cómo mover la cabeza de la niña para sacarla sin hacerle daño. La niña resultó sana y salva y la mamá no tenía palabras para agradecer a los trabajadores.
Los trabajadores fueron felicitados
Ya en la Municipalidad, Germán Cassanova, jefe de Salubridad, confirmó que Mathyas llegó llorando del impacto emocional. “Le impresionó demasiado el grito de la criatura. Pero lo felicitamos con todo. Actuó como un verdadero héroe”, dijo. Señaló que los tres funcionarios demostraron valentía y solidaridad.
El jovencito de 18 años relató a EXTRA que se impresionó mucho porque nunca pasó por algo similar, pero todavía tiene ganas de ayudar a mucha gente más: “Estoy en el cursillo para seguir la carrera de Medicina”, dijo.