Así como en el 92 y en el 98, Barcelona de Guayaquil volvió a ser la sombra negra de Cerro Porteño en la Libertadores al evitar que avance a la fase de grupos con una contundente paliza de 4 a 0 en la Nueva Olla.
El resultado de la ida con un tanto de desventaja no parecía ser un imposible para el Ciclón que además tuvo un comienzo prometedor con una actitud arrasante. En los primeros minutos lo encerró contra su campo a la visita, disputando cada pelota como si fuera la última. Tanto fue así que en una dividida, el Conejo Benítez no quiso dar por perdida un ataque y terminó chocando contra la cabeza del portero Burrai quien se retiró de la cancha en ambulancia.
El azulgrana siguió martillando en busca de clavar el gol, pero se encontró con que el suplente del arquero herido, era igual de bueno porque le sacó un cabezazo a Amorebieta que después pegó en el travesaño y un tiro potentísimo de Kure’i. Sin embargo, en la primera conexión ofensiva de los ecuatorianos, Cerro sufrió una dolorosa estocada. Fidel Martínez profundizó para Emmanuel Martínez, este partió un paso en offside y la metió. Como el asistente no levantó el banderín y tampoco había VAR, el tanto subió al marcador obligando al local a convertir tres para clasificar.
El peor final
En la complementaria, el Ciclón presionó al Aurinegro con mayor fuerza pero la caprichosa se negaba a entrar.
Para colmo de males, en una contra, la Grulla lo agarró a Alvez y recibió la segunda amonestación dejando al equipo del Chiqui a merced de rival que no tuvo piedad. A los 67’, el Neymar ecuatoriano, Fidel Martínez, superó con facilidad al Topo y la pinchó ante el achique desesperado del Popi para el 2 a 0. El tercero fue obra del Kitu Díaz a los 72’, tras un regalo de Patiño, y el cuarto nuevamente lo firmó Fidel quien, ya con un Cerro regalado, la embocó con otra vaselina.
Al Club del Pueblo se le acabó muy temprano la competencia internacional en el 2020 porque con la doble derrota, también se quedó sin chances de pasar a la Copa Sudamericana.