En los hombros llevaba puesta la bandera paraguaya, por debajo de ella, una cadena de acero que envolvía su cuerpo; en las manos un pequeño cuadro rosadito con la carita de su beba que ahora es un angelito.
Evelyn Mabel González no pudo disfrutar de los abrazos de su primera hija porque falleció camino al hospital en busca de terapia.
En un intento desesperado por buscar justicia, la joven de 26 años se encadenó ayer frente al Palacio de Justicia de Paraguarí. Sin embargo, las personas que debían pagar por la muerte de la niña, fueron sobreseídas.
“No puede ser que en Paraguay no exista justicia”, entre lágrimas dijo Evelyn a EXTRA.
El 12 de diciembre de 2014 cuando la mamá se acercó hasta el Hospital Regional de Paraguarí, estaba con mucha ilusión y a la vez miedo por ser primeriza. Una enfermera y dos practicantes la atendieron y, como estaba perdiendo líquido le recomendaron que se quede internada.
No podía respirar
Al medio día, la enfermera le dijo que saldría para almorzar, quedando ella a cargo de las practicantes. Fue en ese momento que el parto se complicó; cuando la licenciada llegó, aparentemente se asustó y se subió sobre la panza de la mamá para que la bebé salga.
Fio nació con el cuerpo totalmente morado, no podía respirar. La enfermera dijo que todo estaba bien y que su hija solo tragó “suciedad”, pero horas mas tarde, le avisaron que la niña necesitaba terapia, pero a causa de una supuesta negligencia médica no pudo llegar al siguiente hospital.
La mujer realizó la denuncia, se le hizo la autopsia al bebé y después de 1 año 7 meses consiguió la imputación de tres doctores.
Evelyn mencionó que antes del parto se hizo todos los estudios y la beba estaba muy bien. Lamentó que le jugaron mucho y que no le hayan practicado una cirugía en el momento del parto. La niña había nacido con 3.850 Kg.
La fiscal de la causa Mercedes Vera se acercó hasta la joven madre, le dio todo su apoyo, le prometió que pedirá la apelación y que la causa se eleve a juicio oral y público. Evelyn estuvo encadenada unas horas más y sus familiares la acompañaron en todo momento, para pedir justicia por la pequeña Fio y su mamá.