Con algo de autoridad, Olimpia empezó los primeros minutos de su primera prueba en la Libertadores ante el Delfín ecuatoriano.
Dicen que al que madruga Dios le ayuda, y apoyado en esa premisa, el Franjeado no esperó más de 5 minutos para ponerse en ventaja, tras un centro de Otálvaro; en el segundo palo apareció Antolín Alcaraz, que con un fuerte cabezazo forzó un rebote en el defensor Luis Canga, lo que significó el 1-0 paraguayo.
Con la desventaja, el elenco ecuatoriano buscó volver a emparejar la cuestión, con más empuje que fútbol, sin embargo no fueron lo suficientemente efectivos como para vencer la valla defendida por Alfredo Aguilar.
En el complemento, el Rey de Copas volvió con las mismas imprecisiones. Esto le costó la igualdad sobre los 68’, cuando en un intento de salir jugando, Richar Ortiz le entregó en bandeja la paridad a Diego Alaniz, quien definió a placer para el 1-1.
A partir de ahí el Expreso Decano fue pura desesperación y todo pintaba a favor del local que no fue muy letal para liquidar el expediente a su favor.
Ya sobre el final, Olimpia tuvo en los pies de Derlis González el triunfo, pero su remate pegó en el palo.
De esta manera, en Manta la cosa quedó en uno para cada uno, que no hizo mal a ninguno.
Preocupación
Con este debut, la O dejó más preocupaciones que otra cosa a su afición que terminó con el Jesús en la boca. Por la Libertadores, el Franjeado volverá a jugar el próximo miércoles en el Defensores del Chaco, ante Defensa y Justicia; mientras que el Delfín jugará ante el Santos.