Para la astucia, no hay edad. Y un claro ejemplo es Barbara Gicquel, la ciclista estadounidense que quedó en el ojo de la tormenta por tramposa.
La atleta de 80 años es conocida por sus dotes sobre la bicicleta, pero había sido, estos últimos tiempos guardaba un secreto.
El año pasado, Gicquel se llevó todos los aplausos porque estableció la marca de 500 metros contrarreloj para el grupo de edad de entre 75 y 79 años. Fue la mejor en eso, sin embargo, la Agencia Estadounidense Antidopaje le hizo un control a la abuela y ¡adivinen qué! El análisis reveló la presencia de una sustancia prohibida: metabolitos de methyltestosterona.
La doñita dijo que era un medicamento, pero no le creyeron. Fue así que se dio a conocer que la Agencia la suspendió por un año y, como castigo por hacerse la letradita, anuló todos sus títulos logrados desde 2015, incluyendo el récord mundial de su edad, los nacionales de persecución individual, esprint y contrarreloj, entre otros.
¡Una locura!