Minuto 82, Wilson Pittoni descarga por el sector izquierdo, en una contra magistral para que el balón le cayera en sus pies.
Desesperado, el golero del Atlético Mineiro, Victor, sale intentando evitar lo que parecía inminente: la cuarta estrella para el Decano.
Solo era cuestión de empujarla, pero el maldito resbalón... ayayayay aquel resbalón le sacó a Juan Carlos Ferreyra el grito sagrado, en una jugada que hasta ahora lastima la memoria de los hinchas del Léka.
La Copa Libertadores del 2013 estuvo tan cerca y cada tanto la herida se abre en el corazón del tanque.
“Por supuesto que me marcó aquella jugada. Salí de Olimpia y nunca más pude regresar, muchos compañeros que estuvieron en esa Copa volvieron a entrar”, dijo el argentino en contacto con Radio Urbana FM.
Sacrificio
Para el exdelantero franjeado, el Rey no merecía perder aquella final. “Habíamos hecho todo durante toda la Copa, creo que hicimos un esfuerzo gigante para poder coronarnos, pero el destino quiso que fuera así”, comentó resignado.
Un poco alejado de las canchas, contó que se encuentra en Mendoza junto con su gente y que si bien hay algunos proyectos en puerta, no son concretos. “Estoy analizando con mi representante a ver qué hago, primero tengo que ver que pase esto (la pandemia) un poco y bueno priorizar a la familia”, explicó. Finalmente dijo que al hincha olimpista siempre lo tiene en su corazón.
La prioridad era la O
El Tanque no evitó recordar también que aquella desgracia en la Copa se dio justo en un momento difícil para el club. “Tuve que salir de Olimpia después, si bien yo no quería, justo meses antes hablábamos de renovar y se dio la salida. Marco (Trovato) no me pagó todo”, mencionó.
Aseguró que, a pesar de lo ocurrido, lo único que el hincha no puede reclamarle es su entrega. “Yo siempre di lo máximo de mí, tuve que jugar lesionado, cuando tuve que descartar otras ofertas para ir a Olimpia cuando estaba mal económicamente, hacía mucho que no pagaban, siempre la prioridad fue Olimpia para mí”, tiró.