De no haber sido por su problema con la Justicia, el actual volante de Capiatá, Rodrigo Burgos, se veía aún defendiendo la sagrada franjeada, con la que llegó a ser pieza clave.
“En Olimpia estaba haciendo bien las cosas. Si no pasaba todo lo que pasó, yo hubiese seguido ahí", expresó el León en la 730 AM.
Rodrigo jugó en el Rey de Copas desde inicios del año pasado, hasta el primer semestre de este año, consagrándose campeón con el Expreso Decano.
Después de la tormenta
Como era de esperarse, el futbolista no ocultó su felicidad por la gran noticia que recibió el lunes, cuando el Juzgado Penal de Garantías N° 3 de San Lorenzo decidió dar lugar al pedido de sobreseimiento (suspensión de la pena) provisional de la medida con la que contaba por el caso de violencia familiar. Su ahora exseñora lo acusó de haberle pegado.
“Estoy contento porque para mí fue una tormenta todo esto, perdí muchas cosas. Ahora estaré más tranquilo para trabajar. Se levantan las cosas prohibidas que yo tenía: prisión domiciliaria, estar en la calle hasta tal hora”, explicó Burgos.
El León pisó la Penitenciaría de Tacumbú por casi un mes, hasta que consiguió la medida alternativa para que pudiera seguir con su carrera. Sin embargo, a partir de ahí ya no tuvo más tanta cabida en Olimpia y a inicios de este semestre decidieron cortar vínculos.