28 mar. 2024

Cuchillo de militar asesinado estaba escondido en un sofá

Sospechan que es el arma con el que mataron al sargento, en su casa de Yasy Cañy; su pareja, imputada por el crimen, está en la cárcel de San Pedro.

El cuchillo con el que habría sido asesinado el sargento Waldino Aguayo Rojas (31), el pasado 28 de noviembre, en Yasy Cañy, Departamento de Canindeyú, fue encontrado, por agentes de la Comisaría 13ª, de la mencionada ciudad.

Según informes, una persona llamó a la Policía para decir dónde estaba el arma, que estaba siendo buscada, ya que pertenecía al militar fallecido y había desaparecido.

“Nosotros teníamos desde el primer momento, la presunción de que habría utilizado el propio cuchillo del militar, para asesinarlo y ayer encontramos el arma”, confirmó hoy el fiscal Lucrecio Cabrera Velázquez, en comunicación con radio Monumental 1080 AM.

Mencionó que ya se tenía la vaina, “pero no estaba el cuchillo”, que el Aguayo tenía guardado en la fiambrera de la casa, señaló.

Estaba “guardado dentro del sofá, que estaba en la sala contigua a la pieza, donde ocurrió el homicidio”, añadió.

El arma será enviada “a Criminalística, para determinar la presencia de fluidos de sangre humana en el cuchillo”, explicó el agente del Ministerio Público.

“Un familiar recibió una información, en dónde se tenía ese cuchillo; entonces, no fue necesario un allanamiento; buscaron el cuchillo, encontraron y dejaron así la escena, para que el perito se constituya, a fin de, en primer lugar, sacar fotografías y hacer lo que se llama cadena de custodia, para poder poner a disposición del Ministerio Público y del juez de la causa, la evidencia encontrada”, refirió el fiscal Cabrera.

Pabellón de hombres

Víctor Javier Veloso (26), alias Nahomi Martinez, es el principal sospechoso de cometer el crimen y se encuentra detenido.

Se trata de la pareja del militar, quien en principio se presentó como si fuera una mujer y dijo que dos extraños entraron de madrugada a la casa, para asaltarlos, mientras ellos dormían y que mataron a puñaladas al uniformado, mientras que él era sujetado y amenazado de muerte por uno de los delincuentes.

Tras descubrirse que en realidad es una persona trans y tiene identidad de hombre, este cayó en contradicciones, por lo que fue llevado preso y lo imputaron.

Fue remitido a la cárcel de Encarnación, conocido como Centro de Rehabilitación Social (Cereso), pero fue trasladado a la cárcel de San Pedro, donde fue recluido en el Pabellón de Hombres, a pesar de que había pedido estar en el sector de mujeres, porque dijo temer por su vida.

El sospechoso del crimen fue llevado a la cárcel de San Pedro, donde entró al Pabellón de Hombres.

El sospechoso del crimen fue llevado a la cárcel de San Pedro, donde entró al Pabellón de Hombres.