08 nov. 2025

“Yo ya estoy por colapsar y mi marido ni cuenta se da de eso”

Ana tiene un hijo con discapacidad y cuenta que todo recae sobre ella.

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Ilustración

Soy Ana. Le escribo porque siento que estoy al borde del colapso. Tengo dos hijos: el mayor de 8 años, sano y lleno de energía, y el menor, un niño con discapacidad que requiere atención constante.

Toda la carga recae sobre mí. Aunque no trabajo fuera de casa, siento que hago más que cualquier jornada laboral completa. Mi esposo es un buen hombre, pero parece vivir en otro mundo, como que no cae en cuenta en que el esfuerzo que estoy haciendo me sobrepasa completamente.

No sabe cambiarle el pañal a nuestro pequeño milagro, no sabe preparar sus comidas, no le entiende, no entiende las señales que da, los gestos, qué quiere decir.

Soy siempre yo, mamá con todo eso. Lo que más me duele es que, a pesar de que ve cuánto me esfuerzo y lo que me cuesta, no muestra interés en que yo pueda descansar un poco.

Yo no tengo un momento de salida, de desestrés, me dedico enteramente a mi pequeñito, además de mi otro hijo mayor, pero el otro requiere más atención.

Paciencia

Mi marido llega del trabajo, juega un rato con el mayor, mira televisión y se va a dormir. Mientras tanto, yo tengo que organizar todo para el día siguiente. Ya mi paciencia va al límite.

Hay momentos en los que sin querer, si poder controlarme, termino gritándole a mi hijo mayor. No es su culpa, él solo busca mi atención. Pero yo ya estoy tan cansada que cualquier cosa me desborda.

Es como que tengo tanto peso de mi pequeño especial, que cuando el mayor está con cosas que parecen tonterías, me saca parece. La situación está empezando a afectar mi relación de pareja.

Incómoda

Mi esposo y yo casi no hablamos de lo que pasa. Siento que él evita el tema porque le incomoda, o porque no sabe qué hacer.

Y yo no encuentro la forma de romper el hielo sin que parezca un reclamo o una queja más. Pero necesito que él entienda que no puedo seguir sola con todo esto.

Necesito que esté, que aprenda, que participe, aunque se equivoque. Que por menos intente.

Tengo dos consultas, ¿Cómo dejar de perderle la paciencia a mi hijo? Me condeno por eso, porque siempre digo que ya no voy a hacer y luego ya no puedo controlarme para nada, y sé que es un niño inocente que no tiene culpa. ¿Cómo puedo hablar con mi esposo de esta situación sin crear una pelea, sin que él se cierre o se aleje más?

La respuesta:

Buen día mi estimada Ana, muchas veces queremos que las demás personas piensen, razonen, actúen, hablen y se comporten como nosotros o como le gustaría a uno. Pero convengamos que son otras personas, con otras experiencias, necesidades, carencias y formaciones. Algunos podrán darse cuenta, pero otros precisan que se les diga. Creo que primeramente deberías darte cuenta que la cosa no es con tu hijo, y pensar 5 segundos antes de reaccionar por él. En segunda instancia, hablar con tu marido sobre lo que te pasa y cómo te sentís. Pero dentro de una conversación conciliadora y donde expongas sugerencia en qué te puede ayudar, dándole tareas fáciles y de a poco ir aumentando eso. Capaz que él no sepa qué hacer, por eso ignora el tema y ya casi no hay conversación entre ustedes. No te olvides que son un equipo, y si uno no sabe cómo proceder él otro le recuerda. No romanticemos que todo el otro debe saber. Éxitos.

Psicólogo Clínico, especialista en jóvenes y adultos. (0981) 571 635