¡Hola! Me llamo Perla, tengo 38 años y soy mamá soltera de un niño de 6.
Hace un año estoy de novia con un hombre de 34, a quien le quiero muchísimo. Él me dice que también me quiere, pero siento que no estamos en la misma sintonía.
Yo ya pasé la etapa de salir de fiesta todos los fines de semana, en cambio él todavía parece querer esa vida. Se comporta como un chico y parece que quiere huir de los problemas.
Yo, en cambio, como mamá ya tengo otras prioridades y necesito que esté a mi lado.
Lo que necesito es su apoyo en lo emocional. Tengo muchos problemas económicos y situaciones que resolver con mi hijo —desde decisiones sobre la escuela hasta problemas de salud— y a veces solo quiero que me escuche, que me dé un consejo o que me diga que todo va a estar bien.
No quiero que sea el papá de mi hijo, pero sí necesito sentir que puedo contar con él cuando la vida se pone difícil.
Tampoco busco que me dé dinero, quiero aclarar eso.
Nunca está
Últimamente me duele sentir que, cuando más le necesito, él está ocupado con sus amigos o simplemente no está. Me esfuerzo por entenderle y no ser controladora, pero siento que me quedo sola con mis cargas.
Incluso cuando intento hablarle de mis preocupaciones, me dice que “no me estrese” y cambia de tema. Eso me pone más nerviosa, porque no es que quiero que me resuelva la vida, solo que me acompañe y me dé un abrazo.
A veces pienso que estoy esperando algo que él no puede darme, y eso me da mucha tristeza. Le amo demasiado, pero no sé si este amor me alcanza si me siento sola en la relación.
Tengo miedo de que, si sigo así, me canse y termine la ilusión. Porque a veces ya no le tengo ni paciencia y hasta prefiero no tener contacto con él, por la rabia que me da que no esté para mí.
¿Debo seguir insistiendo en que me apoye o es momento de replantearme esta relación?
La respuesta: