Hola al diario EXTRA. Nunca pensé que mi relación iba a llegar a este punto tan incómodo. Soy Carla, tengo 26 años y llevo un año de novia con Marcos.
Al principio todo era amor, respeto y compañerismo, pero hace unos meses empezó con algo que me tiene intranquila: me compara todo el tiempo con la novia de su hermano.
Luego eran comentarios sueltos: “Mirá qué linda está Laura con ese vestido” o “ella siempre tiene paciencia con él”. No le di mucha importancia, porque luego se reía y me decía que me estaba queriendo poner celosa nomás.
Hasta que empezó a ser más directo. Una noche, sin filtro, me dijo: “vos tendrías que ser más como Laura. Ella deja que mi hermano salga con sus amigos sin hacerle problemas”.
Sentí como si me dieran un golpe en el pecho. No solo compara nuestras actitudes, sino también mi aspecto físico. “Laura se va al gimnasio, se cuida mucho. Vos tenés que cuidarte también, por tu salud más que nada”, dice al final.
Celos
Y lo peor: cuando estamos en reuniones familiares, ya me doy cuenta de que me mira diferente. No es una mirada normal. Es de esas que duran un segundo más de lo necesario, con una sonrisa apenas marcada. Pensé que eran celos míos, que estaba imaginando cosas. Pero cada vez que surge el tema, él la defiende como si fuera perfecta. Una vez, en una discusión, me lanzó: “Si fueras más como ella, nos llevaríamos mejor”.
Esa frase me dejó helada. Desde entonces, no puedo dejar de pensar que quizás siente algo por ella.
Lo más confuso es que Marcos no ve nada malo en lo que hace. Para él, solo son comparaciones “para que mejore como novia”.
Pero, ¿desde cuándo amar a alguien implica medirlo contra otra persona? Me hace sentir insuficiente, como si siempre estuviera en una competencia que no pedí.
Incómoda
Me duele admitirlo, pero cada vez que estamos los cuatro juntos, me siento incómoda. No sé si es mi imaginación o si realmente hay algo más entre ellos.
A veces me pregunto si seguir con él vale la pena o si estoy condenada a vivir bajo la sombra de otra mujer. Y lo más irónico es que esa otra mujer es la novia de su propio hermano.
Hoy me siento atrapada entre el amor que le tengo y la desconfianza que me provocan sus actitudes. No sé si enfrentar a Laura, hablar con él seriamente o simplemente irme antes de que esto termine de romperme por dentro.
La respuesta: