24 nov. 2025

“Me dejó por otra y me buscó solo para contarme que se casa”

Pamela contó que el hombre además solo quería tener intimidad otra vez.

MASTER-014ConsultoriodelA~762280_64320747.jpg

Sad young woman sitting on room floor crying with hand over face

ILUSTRACIÓN

Soy Pamela, tengo 35 años. Durante dos años viví atrapada en una relación que nunca entendí. Conocí a este hombre por amigos en común: al principio fue encantador, siempre pendiente de mí, buscándome para vernos, salir a pasear o irnos a tener intimidad.

Él era quien insistía, quien me decía que le gustaba mi compañía, que quería algo serio. Y yo, ilusionada, le creí.

Pero cada vez que intentaba ponerle un nombre a lo nuestro, él retrocedía. “No somos nada serio”, me decía. “No podés reclamarme”. Así, de un día para otro, pasaba de decirme que quería una relación formal a recordarme que no tenía derecho a pedirle más.

Yo aceptaba ese ida y vuelta emocional porque pensaba que tarde o temprano iba a definirse. Me hacía sentir especial, pero escondida. Nunca me presentó a su familia, nunca dejó que nuestra relación saliera de nosotros. Yo era la mujer con la que compartía todo, pero sin existir oficialmente.

Un día, sin decirme nada, desapareció. Y luego me enteré: había conocido a otra mujer. Con ella sí quiso “algo serio”. Con ella sí se mostró, sí se comprometió, sí habló de futuro. Yo quedé devastada, sintiendo que todo este tiempo fue una pérdida de tiempo total, que me robó esos dos años.

Tiempo después volvió a escribirme. Pero no para pedir perdón, ni para aclarar nada. Volvió porque quería estar conmigo… en la intimidad. Me buscaba de madrugada, me decía que me extrañaba.

Entonces yo le decía que me deje de buscar porque me confundía, me revolvía todito y era como volver a empezar de cero, a mí me sigue doliendo muchísimo.

Entonces, desaparecía de vuelta y ahora volvió, ese “hola” que me puso ya me removió todito. Me re ilusioné, pero una vez más fue para joderme la vida.

Usó de excusa que quería pedirme un número para luego decirme que se va a casar, que está muy feliz, que encontró a su otra naranja, la mujer que le da todo lo que él siempre deseó.

Pero me dice como buscando hacerme daño. Siento que estoy atrapada entre lo que viví, lo que me hizo daño y lo que todavía no termino de soltar ¿Cómo suelto esto?

La respuesta:

Lo que viviste no fue una historia de amor frustrado, sino un vínculo marcado por manipulación emocional, intermitencia y falta de compromiso real. Él te buscaba cuando necesitaba compañía o validación, pero se alejaba cada vez que pedías claridad. Eso no habla de tu valor: habla de su incapacidad para sostener una relación sana. Cuando volvió, no fue por amor, sino para comprobar que aún tenía poder sobre vos. Al contarte que se va a casar, no está compartiendo una alegría: está buscando herirte. Nada de lo que hizo refleja que seas insuficiente; refleja que él no sabe vincularse desde el respeto. Tu dolor es legítimo, pero no tiene que definirte. Para liberarte necesitás un cierre unilateral y firme: sin contacto, sin mensajes, sin espacio para que vuelva a entrar. Y después, trabajar internamente lo más importante: recuperar tu dignidad emocional, entender que merecés reciprocidad y dejar de cargar con una historia que nunca fue equitativa. No estás atrapada en él; estás atrapada en la esperanza. Cuando sueltes esa esperanza, vuelve tu paz y decime si esa no es la paz que merece envolverte y acurrucarte!

Psicóloga clínica- Psicoterapeuta