Damaris, una ciudadana paraguaya llegó hasta Córdoba, Argentina, en enero. Allí, estaba todo listo para casarse a finales de marzo con su prometido, Ezequiel. Cuando las alarmas del Covid-19 sonaron en casi todo el mundo a la vez, se suspendieron las bodas y ellos quedaron “en espera”.
Tras más de un mes de cuarentena sanitaria, las autoridades de la ciudad del fernet, decidieron que las bodas se podían realizar nuevamente, pero bajo estrictos controles sanitarios. Fue así que, este martes, estuvieron los novios, dos testigos y la jueza para dar el “sí, quiero” que unió sus vidas.
Ezequiel aseguró que casarse entre ellos “ya estaba escrito”. “Es diferente, pero lo queríamos hacer”, dijo por su parte Damaris.
Si bien no pudieron compartir de forma física con sus familiares, ellos pudieron ser testigos de la unión civil por videoconferencia.
“Estoy segura que la fecha de aniversario no va a ser un problema para recordar”, dijo entre risas la jueza, reportó el medio argentino Canal 12.
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