La historia de doña Dolores Sosa (69) es triste desde su inicio hasta el trágico final que tuvo. Su hermana Ana denunció su desaparición el pasado 5 de septiembre. En diálogo con EXTRA contó que temía que hubiera caído otra vez en una “trampa amorosa” porque vendió todas sus gallinas y pertenencias para encontrarse con un novio virtual.
Dolores estaba convencida de rehacer su vida con el hombre que conoció por Facebook y mandó decir a sus hermanas que estaba bien.
Así dejó la compañía Boquerón de Caazapá y viajó a São Paulo, Brasil.
Pero el destino le jugó una mala pasada en São Paulo, ya que acabó desilusionada, sin un guaraní en el bolsillo y con el corazón roto, presumiblemente por el galán que la llevó a tierras brasileñas.
Se cree que tan grande fue la decepción y tristeza que la señora sufrió un infarto cuando planeaba regresar a Paraguay.
El miércoles por la mañana, Dolores llamó desde Brasil a su sobrino, el suboficial de policía Sebastián Benítez Sosa.
NECESITABA DINERO
Ella dijo que estaba en la terminal de São Paulo y necesitaba dinero para su pasaje de vuelta. Poco después, el agente recibió otra llamada de un funcionario de Transporte Expreso Paraguay, quien le informó que su tía se desmayó en la terminal.
El hombre también le dijo que fue trasladada a un hospital, donde médicos informaron su fallecimiento poco después de llegar. Tuvo un accidente cerebrovascular (ACV).
Le van a traer
La causa de muerte figura como “muerte no criminal por muerte súbita”, según el certificado de defunción emitido por el hospital. El sobrino policía de la señora indicó que ayudará a sus otras tías con los trámites para repatriar el cuerpo a su tierra natal, para que descanse en el lugar donde nació