Alcides Pereira (32) fue el único vacunador del tinglado del colegio Inmaculada Concepción de Caazapá por casi cuatro meses.
En ninguno de los días faltó a su trabajo. Se despierta de lunes a lunes a las 06:15 a preparar las vacunas y atiende desde las 07:00 hasta las 15:00.
“La mayoría de los pacientes quieren que yo nomás les atienda. Tengo vergüenza de mis compañeras porque saben que les hablo y mientras tanto ya les vacuno y no sienten dolor”, refirió a EXTRA.
Casi 6.000 personas ya fueron inmunizadas por sus manos desde mediados de marzo, explicó. Lo califican como el máximo vacunador departamental. “Todos nos necesitamos”, sostuvo.
Reparte víveres
Su jornada no termina entre las agujas porque de inmediato se dirige a su grupo de la Pastoral Social y reparte chipa o mbejú a familiares de pacientes del Hospital Regional. También va a su huerta.
Pereira hace 8 años que es enfermero. Su sueño es ayudar a la gente.
“Yo soy servidor, desde chiquito me gustaba servir a la gente. A mí el dinero no me sirve”, señaló.
Desde el lunes pasado que hay tres personas más vacunando con él. Por día atienden a más de 200 personas.
Abuela llegó en cuaci
Doña Antonia Almada, del distrito de Repatriación, acudió para vacunarse en un cuaciclón. Dejó a los doctores con la boca abierta con su destreza para manejar el vehículo de 4 ruedas.
Cabe señalar que hoy continúa la vacunación exclusivamente para la segunda dosis.
Mañana tocará a los trabajadores esenciales que no se pudieron vacunar el 12 de julio, incluidos los funebreros, aduaneros y funcionarios de Migraciones, Cruz Roja, Defensa Pública y Poder Judicial. También los estudiantes de la salud se vacunan mañana.
Transportistas escolares que quedaron sin trabajo fueron contratados por Supermercados Stock para acercar a los vacunatorios. Uber garantizó 20.000 viajes gratis para inmunizarse.