Una emprendedora de postres saludables, contó a EXTRA que también fue víctima de una mujer con el modus operandi de las transferencias falsas y cree que es la misma que estafó al lomitero de Ñemby.
Erika H. tiene dos locales, uno en Asunción y otro en Fernando de la Mora, Zona Sur.
Según relató, en agosto, la mujer de nombre Analía, comenzó a ser clienta “fiel” del local, pidiendo casi diariamente los postres.
“Ella empezó a ser clienta en agosto, justo cuando yo viajé y no podía revisar todas las transferencias. En octubre sí noté que la transferencia que realizó no entró”, relató la emprendedora.
Cuando le reclamaron, la supuesta clienta prometió pagar, pero luego activó los mensajes que se borran en 24 horas y prácticamente desapareció.
Erika revisó todo y descubrió que ninguno de los pagos que supuestamente hacía la mujer ingresó, por lo que comenzó a indagar sobre ella y descubrió que tiene dos números distintos.
“Se hizo pasar por cuatro personas diferentes, encargando postres hasta para tres días y pidiendo entregas en distintos puntos de Asunción y Fernando de la Mora”, relató.
Por el modus operandi, Erika cree que sería la misma que estafó al lomitero. “Yo digo que prueba con todos los locales y si uno no se da cuenta, ya se convierte en una clienta habitual”, manifestó.
El perjuicio total supera los G. 3 millones, según denunció la afectada en el Departamento de Delitos Informáticos.
La vendedora también advirtió que la estafadora usaba una cuenta de Mango, aplicación que, según le contaron, permite hacer transferencias aunque no tengas saldo. “Al dueño de la cuenta se le avisa, pero a nosotros, los emprendedores no”, explicó.
Erika realizó la denuncia oficial con las autoridades y en la semana estaría publicando el nombre completo y la foto de la misma, para que los demás sepan y no caigan en esta estafa.
Lomitero fue estafado por más de G. 4 palos
Un lomitero de Ñemby había comentado que una clienta cenó lomito gratis por más de un año, realizando los pagos con transferencias falsas.
El hombre pilló cuando la misma pidió efectivizar G. 350.000, la chica envió el comprobante, pero el dinero nunca llegó, desde ahí la chica ya no hace los pedidos diarios de G. 120 o 150 mil.
Hasta a despensero
Fernando contó su experiencia, dijo que está pasando lo mismo pero en su despensa. “La mujer se hizo clienta hace 5 meses y siempre mostraba que transfería. Luego revisamos y nunca llegó el dinero”, contó el afectado.
El monto supera los G. 5 millones.
Otra señora también comentó que en su emprendimiento de ventas de comidas le hicieron lo mismo.
Los conductores de Bolt también contaron que fueron víctimas, donde los pasajeros mostraban el comprobante, pero como estaban apurados no revisaban y el dinero nunca se depositó en la cuenta.