Apretó fuertemente su cartera, tenía miedo de ser víctima de robo. Evelyn G (26) se acomodó en un asiento individual del colectivo de la Línea 28, Gral. Aquino, y se quedó dormida.
Eran cerca las 16:00 del jueves y viajaba de Asunción a Luque. Volvía del trabajo y estaba muy cansada.
Todo iba tranquilo hasta que, de repente, el ómnibus frenó de golpe. Ese movimiento brusco la despertó justo cuando sintió un tirón en la cabeza. Al mirar hacia atrás, vio a un hombre. Lo encaró, pero el sujeto negó haber hecho algo.
Cuando se tocó la cabeza, Evelyn notó que le faltaba un mechón en el medio del cabello. No vio con qué le cortaron, pero cree que fue con una navaja o un cúter. “Me iba haciendo un degradé”, dijo Evelyn a EXTRA, con impotencia. Presume que su intención era sacarle más, pero el frenazo lo interrumpió.
Le sacó una foto al hombre, pero él insistió en que no había hecho nada. Evelyn no quiso revisarlo, ella es abogada y sabe que eso sería algo ilegal, pero otros pasajeros le dijeron que vieron lo que pasó; sin embargo, nadie intervino. En el micro viajaban unas 15 personas y nadie la ayudó, sin embargo, le dijeron que en esa zona “suele luego pasar eso”, según contó.
Evelyn quedó en shock y lo primero que hizo fue llamar a su papá, Javier G., quien llegó al lugar rápidamente, pero el hombre ya se había bajado en las inmediaciones del club Balderrama, en Luque. Esa noche, Javier publicó el caso en las redes y las personas comenzaron a alarmarse, porque años anteriores era frecuente el robo de cabello en los micros.
Denuncia
La denuncia se presentó en la comisaría 3° Central y fue caratulada como hecho a determinar. Desde ahí informaron que no tienen registros de casos similares recientes.
“Mi cabello siempre está suelto y la gente inclusive me dice que está muy largo, que cuido mucho. Y justo esta vez me había hecho un moño del lado derecho y me recosté por la ventanilla. Ni me imaginé que me harían algo así”, lamentó.
La joven mencionó que al menos hasta ayer desconocía la identidad del pasajero. “Le pregunté al chofer si podría ver la cámara del micro y me dijo que no funciona”, indicó.
Son muchas las teorías, algunos dicen que le cortó el pelo para vender y otros presumen que sería para hacer algún gualicho.
No le va a servir para nada
Julia Cano, quien trabaja en la compra de cabello desde hace 20 años, habló con EXTRA y aclaró que, si la intención del pasajero era vender el mechón cortado a Evelyn, no le va a servir para nada.
Explicó que los peluqueros saben que cortar cabello tiene su técnica y requiere dedicación. Además, señaló que en este rubro se compran cantidades grandes de pelo, no pequeños mechones, porque estos se deshacen fácilmente y no tienen valor comercial. La profesional recordó que, años atrás, muchas personas vendían su cabello, pero por vergüenza decían que se les habían robado.
Por su parte, César Pineda, chofer de colectivo, dio algunas recomendaciones a los pasajeros: evitar dormir durante el viaje, no sacar el celular a cada rato, y estar atentos.