Un perro terminó con la cara llena de púas, luego de perseguir a un puercoespín. Ocurrió el lunes, en el barrio San José de Capiibary, San Pedro.
Doña Aurora García (56) encontró al perrito, que suele ir a su casa, con las espinas cubriendo su hocico. Sin embargo, como ya era de noche ya no pudo hacer nada y al día siguiente se levantó temprano, fue a revisarle y lo encontró acostado en un yuyal, entonces llamó a la veterinaria.
“Pregunté si podría sacarles las espinas y me dijo que sí, le pregunté el presupuesto y como no tenía esa plata, le pedí ayuda a una radio de acá y ahí un abogado se ofreció a pagar”, contó la doña, que aclaró que no es su mascota, pero suele ir a su casa y ella le da de comer.
La veterinaria Carolina Cardozo fue hasta el sitio y llevó a la mascota hasta su local, donde primeramente sedó al perrito y luego le colocó la anestesia general para poder sacar las púas con una pinza.
“No conté cuántas púas le saqué, pero eran muchas, tuve mucho cuidado a la hora de sacar, ya que no se debe romper y quedar dentro de la piel del perro”, dijo la veterinaria.
Después de 40 minutos, logró sacarle todo, le puso antibióticos y le dio unos analgésicos para que no sienta tanto dolor.