12 dic. 2024

Peluqueras revelan trucos para evitar “sinvergüenzas”

Las mujeres que no pagan comparten algunas características, dicen.

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El rubio es el color más solicitado, el más trabajoso y el más costoso, dicen las peluqueras.

Gentileza.

Las peluqueras y estilistas alzaron su voz contra las mujeres “avivadas” que se niegan a pagar luego de haber recibido el servicio.

Las profesionales hablaron con EXTRA al respecto luego de la denuncia realizada por la colorista Alba Cámara, de San Lorenzo. La misma invirtió seis horas de trabajo, sus mejores tintes y productos de tratamiento para lograr un rubio ceniza.

En cambio, cuando le indicó a su cliente que el costo total era de G. 600.000 la señora pegó el grito al cielo, dijo que no le gustó el resultado y se retiró sin pagar.

Varias profesionales se solidarizaron con ella y dieron a conocer sus trucos para evitar que le jodan.

“Hay que cuidarse”

Mónica Torres, de Eva’s Peluquería, señaló que varias veces tuvo que lidiar con mujeres que llegan a su local con intenciones de aprovecharse de su trabajo.

“Cuando el trabajo es grande: coloración, tratamiento, peinado, yo pido el pago anticipado del 50% y sobre todo si no es una cliente habitual”, indicó.

La estilista dijo que hay que sospechar cuando la persona llega apurada, exigente y solicita que varios profesionales la atiendan a la vez. “Quiere que le hagan las manos, los pies, todo mientras la peluquera hace su trabajo. Eso para mí ya es sospechoso, entonces le digo que primero pase por caja”, señaló.

“Una buena forma de evitar que te jodan es tener una agenda de clientes. Hay que registrar a los clientes que llegan al local, pedirle sus nombres, apellidos, número de celular, hasta dirección si es que te permiten. También tener cámaras de seguridad”.

Pestañas y cejas

María Acosta se dedica a hacer tratamientos de pestañas y micropeeling de cejas y también aprendió a la fuerza.

“Dos veces me pasó, cuando recién empezaba en esto. Una tenía que pasar por caja y se fue sin pagar y la otra dijo que no le gustó cómo quedó su ceja y no pagó el total”, indicó.

Desde entonces María trabaja sobre reservas de turnos y pago anticipado.

“Mi sistema es el siguiente: la cliente llega y dice que tiene un turno reservado. Con su nombre ya tenemos anotado qué servicio se hará. Se le cobra y espera a ser llamada para pasar al salón”, explicó.

“Puede ser que realmente no le haya gustado el trabajo, pero no pagar no es una opción. Hay que acordar con la cliente la forma de solucionar, tener paciencia. Si es una aprovechadora sí o sí ya hizo lo mismo en otro lado. Hay que contactar con colegas”.

La peluquera Angie Noguera, del centro de Asunción, dice que sabe reconocer a las sinvergüenzas. Comparten estas características:

  • Llegan argel, apuradas, no quiere charlar (para que no sepan mucho de ella).
  • Pide los tratamientos más caros sin preguntar el precio.
  • Clientes nuevos.
  • Usan carteras, relojes o ropa con grandes logos de marcas importantes, pero son truchas.