Por un problema de salud de su padre, Liz Borja se atrasó con las tres últimas cuotas semanales que debía por un congelador y su calvario comenzó.
La afectada contó a La Clave, que sacó el electrodomésticos JP, ubicada en el Área 1 de Ciudad del Este, que violó sus derechos como consumidora.
Borja, quien tiene una pequeña despensa, contó que la empresa la hostigó hasta el punto de escracharla públicamente por no poder saldar la deuda.
Borja contó que compró el congelador en cuotas semanales, en un plan de 20. Cada cuota era de G. 260.000, ero las últimas tres, ya no pudo abonar porque justo su papá se internó y ni siquiera pudo abrir el negocio, por ende, no podía trabajar.
Según la denuncia, el acoso comenzó con una llamada de la funcionaria de la casa comercial llamada Karen, quien le exigió la devolución del congelador, pero la cliente se negó. La empleada le había dado un “ultimátum” para devolver el producto.
Las amanazas no se quedaron solo en llamadas, sino que la empresa utilizó otros métodos de cobrazas agresivos, incluyendo la contratación de un grupo de “barrabrava”, quienes gritaron frente a su casa que no pagaba la deuda. Además, el comercio colocaron carteles. “Publicaron nuestras fotos por la cuadra de mi casa”, lamentó al medio local.
Para atajar un poco el hostigamiento, Borja empeñó su moto para saldar la deuda. Sin embargo, su dolor de cabeza continuó porque no le quisieron dar el pagaré que firmó cuando compró el congelador. En la tienda supuestamente le dijeron que “el pegaré no existe”.
Denunció a la Oficina de Defensa del Consumir de la Muni, pero no le hicieron caso. En dicha oficina le dijeron que esa casa comercial tiene más de 20 denuncias, pero nadie logra “ganar nada”.