Una valiente niña de apenas 8 años rompió el silencio y le contó a la directora de su escuela que su padrastro le pegó con un pedazo de manguera, en sus piernas.
El acusado de la garroteada se enteró y se escapó cobardemente.
La pequeña, alumna de una escuela de la compañía Costa Mbocayaty, a unos 7 kilómetros de Villarrica, departamento del Guairá acudió a su directora con lágrimas en los ojos.
Ella tenía, como evidencia de que no mentía, los moretones que le dejó la brutal agresión.
La niña confesó que su padrastro, un hombre de 30 años, la golpeó con una manguera, el pasado miércoles.
Ella no pudo entender ni explicar con claridad el motivo de la garroteada.
Dijo que por miedo no había contado antes lo que le había ocurrido.
El caso comenzó a destaparse, cuando la directora le preguntó con cariño si tenía algún problema, ya que la veía muy triste.
Así ella se animó a mostrar las heridas y a contar lo ocurrido.
El suboficial Gustavo Vera, de la Subcomisaría 25, dijo a EXTRA que acudieron al lugar para investigar el caso. Explicó que, tras la denuncia, un juez de Paz emitió una orden de alejamiento contra el padrastro, quien ya se había fugado hacia la zona de Curuguaty, en Canendiyú.
La madre de la niña aseguró que no había notado nada y que no se había dado cuenta de la gravedad de la situación.
Dijo que hacía 2 años se juntó en convivencia con el agresor.
El agente informó que la Fiscalía no emitió ninguna orden de captura contra el padrastro.