Marcelo Piloto (43) dio apoyo logístico al PCC para el histórico golpe a Prosegur el año pasado en Ciudad del Este; incluso llegó a ayudar personalmente para cargar los vehículos con armas y explosivos comprados de Bolivia y Venezuela, informa este miércoles la prensa brasileña.
El dato que lo vincula con el PCC resulta llamativo teniendo en cuenta que Piloto es considerado uno de los líderes de la facción rival, el Comando Vermelho. Pero los datos de la Policía Federal, recogidos por el diario EXTRA de Río de Janeiro, afirman que el traficante proveyó parte de los fusiles, las municiones y los explosivos usados el 24 de abril del 2017 en la capital del Alto Paraná.
El criminal, cuyo nombre completo es Marcelo Fernando Pinheiro Veiga, ayudó personalmente a los casi 40 asaltantes que tomaron literalmente Ciudad del Este por varias horas y se alzaron con más de 11 millones de dólares.
La publicación detalla que las armas ingresadas al país fueron traídas en un avión pequeño hasta Pedro Juan Caballero. Desde allí, el transporte se hizo por vía terrestre hasta Ciudad del Este y “el propio Marcelo Piloto habría ayudado a cargar los vehículos”, afirma la publicación brasileña.
Piloto llegó al Amambay huyendo en el 2012, donde creció rápidamente, ganó fama de buen negociador y proveyó armas, municiones y drogas para los traficantes de las favelas (barrios pobres) de Rio de Janeiro. Actualmente, el criminal tiene 28 procesos criminales, de los cuales 22 tiene orden de prisión que son por tráfico de drogas, robo, formación de cuadrillas, corrupción y homicidio. Tiene una condena de 26 años en Brasil, pero las demás causas están pendientes y serán reactivadas.
Vienen 25 criminales de Río
Recluido actualmente en la cárcel de alta seguridad en Catanduvas (estado de Paraná), Pinheiro fue expulsado esta semana tras matar a la joven Lidia Meza cuando le visitó el sábado en la Agrupación Especializada.
Aparte de ese terrible crimen en su propia celda, la Policía Federal brasileña también interceptó conversaciones de allegados de Piloto, dando cuenta que al menos 25 criminales salieron de Río de Janeiro hacia la frontera con Paraguay. Supuestamente, los bandidos habrían buscado refugio en las haciendas de la familia del traficante gaucho Ireneu Domingo “Pingo” Soligo, preso desde el 2010 en una prisión federal del Brasil.