Un gran susto se llevó el domingo la familia Santacruz Mareco cuando maleantes no solo les robaron su auto de la marca Toyota, modelo IST, sino también se llevaron a su hijo de cuatro años, Mateo, quien dormía en el asiento trasero del vehículo.
“Nosotros estamos viviendo en Nueva Esperanza, Canindeyú, él (por Mateo) estaba viviendo con los abuelos en Caaguazú, estaba al cuidado de la tía. Iban a irse junto a la abuela, eran cerca de las 20:00. Ella sacó el auto y la criatura estaba acostada en el asiento trasero”, contó Margarita Mareco, madre del chico.
Una vez afuera, la tía bajó del rodado para cerrar el portón, en ese momento dos sujetos bajaron de su moto, le apuntaron con un arma de fuego y subieron al coche que estaba con el motor encendido. Tras los gritos desesperados de la mujer, vecinos, parientes y conocidos se movilizaron con el fin de ayudar a la familia a encontrar al niño. Mientras, las redes sociales se llenaron de posteos para lograr dar con el paradero de “Mateíto”, como lo llaman cariñosamente.
Su tío y padrino, Cristian Leiva, señaló que Whatsapp y Facebook fueron de gran ayuda para hallarlo, luego de hora y media de intensa búsqueda, frente al taller de chapería “El morocho”, en el barrio Santa Isabel de Caaguazú, a tres kilómetros del lugar del asalto.
“Mateo estaba con la señora que le encontró, le proveyeron un abrigo y le dieron un caramelo para que se tranquilice”, contó. Los asaltantes le bajaron y dijeron que en la chapería estaban sus papás. El nene entró, se presentó como Mateo y dijo el nombre de su mamá.