27 dic. 2025

La historia del abuelito que reza antes de vender pororó

“Dios siempre mira y ayuda”, dijo el trabajador que generó admiración. Fue filmado y el video se volvió viral en las redes.

20251227-003materialA,ph01_29099_64809589.jpg

Un abuelito se arrodilló en la vereda de una parada de micros, extendió las manos, bajó la cabeza y rezó. No pedía limosna, pedía vender su pororó. El video fue grabado, subido a las redes y en cuestión de horas se volvió viral.

El protagonista es don Pastor Dos Santos de 75 años, quien todos los días vende pororó en el semáforo de la Avenida Américo Pico y Von Poleski de Villa Elisa.

El abuelo vive con su hija en el barrio Mbocajaty de Ñemby y desde hace cinco años decidió salir a trabajar para no quedarse “debalde” en la casa. “No me gusta molestar ni estar sin hacer nada”, contó a EXTRA.

Uno de su nieto es quien le prepara todo el pororó, le carga en las bolsitas y coloca en la bandeja. A las 14:00, don Pastor sale de su casa. Camina cerca de media hora hasta llegar al costado de la Comisaría 13ª.

Pero antes vender, hace algo que para él es sagrado. Se arrodilla ahí mismo, en la vereda, sin importarle las miradas. Reza en silencio y le pide a Dios que le ayude a vender todo. “Siempre hago eso”, aseguró. La diferencia es que esta vez alguien lo grabó sin que él se dé cuenta y su fe recorrió las redes.

Para don Pastor no hay show ni actuación. Dice que rezar es parte de su vida y que sin eso no empieza el día. Incluso deja un consejo a otros vendedores: “Que recen también, Dios siempre mira y ayuda”.

Después de la oración, recién comienza la venta. Se queda hasta terminar todo, algunos días hasta las 18:00, otras veces hasta las 19:00.

Regalo

La viralización llegó hasta el intendente de Villa Elisa, Sergio Estigarribia, quien el jueves, día de Navidad fue a visitarlo en su casa. El jefe comunal no llegó con las manos vacías, sino con una canasta navideña y se interesó por su situación.

Don Pastor no desaprovechó la visita y le pidió un documento para poder trabajar tranquilo en ese semáforo, ya que no siempre la pasa bien. Estigarribia le dijo que vaya junto a él en la Muni para ayudarle.

“Siempre hay maldad, algunos vendedores son malos conmigo. Ese 24 de diciembre, por ejemplo, algunos se enojaron porque la gente me daba plata, pero eso nace de la gente, no es mi culpa”, dijo el abuelito, que se robó el corazón de muchos.

Don Pastor tiene dos hijas, quienes ya le regalaron algunos nietos.

20251227-003materialA,ph02_3228_64809592.jpg

El intendente de Villa Elisa fue hasta su casa a conocerlo y a llevarle un regalo por Navidad, que fue una canasta.