20 abr. 2024

Karen, la mecánica de motos que mantiene a sus 4 niños

Se enganchó a este oficio luego de una mala reparación que le hicieron. Hace laburos a domicilio: parejas de clientes se ponen celosas a veces.

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Karen dijo que sus trabajos son con garantía, pero que lastimosamente muchos no confían en las mujeres.

Un mecánico le hizo un pésimo trabajo de reparación con su moto y eso la alentó para inscribirse en un curso de mecánica de motos del Servicio Nacional de Promoción Profesional (SNPP). Hoy es toda una profesional.

Karen Jara (30), residente en Villeta, es mamá de tres hijos menores y tutora de su sobrinito. En diálogo con EXTRA, contó como es la vida de una mujer en un mundo laboral dominado por varones. Señaló que su pareja está en España, donde la sitú no es buena, pero que igual él la ayuda en lo que puede.

“No tenía herramientas al empezar y entonces les decía a los clientes: necesito estas llaves, me comprás y así no te cobro. Así comencé a juntar para mis herramientas, pero aún me faltan algunas”, mencionó.

“Yo hago auxilios por la calle. Me llaman y voy sin problema, ya sea sábado o domingo. También me llaman, voy y traigo las motos de los trabajos, las arreglo y las llevo de vuelta”, explicó.

Celosas

“Cuando voy a las casas a arreglar las motos, salen los dueños y me ayudan o hablan. Allí salen sus parejas con la cara larga a mirar y después ya les llaman y preguntan si que lo que tanto. Yo soy profesional y justamente trabajo para no ser como son muchas por necesidad”, declaró la villetana.

Karen contó que algunas veces hay algunos clientes ya mayores que se desubican y preguntan “cuánto cobra por otro tipo de trabajo”. Ella responde así: “No les hago caso, hay que saber zafar nomás”. Hace poco, la mujer comenzó a estudiar otro curso: electricidad para hogares.

“Me invitan a salir”

Karen contó que ofrece servicios con garantía. Lamentó que mucha gente, lastimosamente, no confía tanto en sus trabajos por el simple hecho de ser mujer. También mencionó que recibe alguna que otra propuesta para salir. Curiosamente, dijo que son las mujeres quienes más le tantean.

“Después me invitan a tomar algo, pero son muy educadas, yo solo les digo que no”, finalizó.