08 ago. 2025

Joven denuncia negligencia en el Hospital de Caacupé tras la muerte de su bebé

La madre dijo que no le atendieron a tiempo, la maltrataron y hasta se burlaron de ella.

Captura de pantalla 2025-08-08 111338.jpg

Fachada de Hospital Regional de Caacupé.

Ministerio de Salud

Una mamá relató el dolor de perder a su hijo durante el parto y denunció negligencia por parte del personal de blanco del Hospital Regional de Caacupé.

Azucena Franco, de 21 años, ilusionada por tener a su primer bebé, hizo todos sus controles prenatales hasta las 28 semanas en el Centro de Salud de Itacurubí de la Cordillera.

Luego de que una obstetra de allí supuestamente la maltratara, decidió consultar en el hospital de San José de los Arroyos.

Allí, la profesional detectó síntomas de preeclampsia (hipertensión en el embarazo) que no habían sido vistos antes y le recomendó hacerse los controles en el Hospital Regional de Caacupé.

El primer traslado fue en medio de una tormenta. Quedó internada y le hicieron estudios, pero en una cuarta consulta, ya con 38 semanas, una de las profesionales minimizó sus molestias, hizo bromas con un compañero y rechazó su pedido de cesárea.

A las 40 semanas volvió a Itacurubí con presión alta y dilatando tres centímetros. La obstetra indicó traslado a Caacupé. En la ambulancia, con varias paradas, la paciente empezó a sentir la lengua dura y dificultad para hablar. Al llegar, la profesional que la acompañaba dijo que su trabajo terminaba ahí.

En la sala de partos del Hospital de Caacupé no le hicieron caso, según dijo. El personal de salud no soltaba su celular y se burlaba de ella cuando decía que sentía mucho dolor, añadió.

Se burlaron de ella

“Cuando mi mamá entró conmigo, les pregunta si existía la posibilidad de que me realizaran el tacto, ya que sentía molestias, y entonces, de manera grotesca y burlándose por lo que mi mamá les mencionó, le dice a su compañero: ‘Podés tactarle a mi hija’, en todo momento de manera irónica y con risas”, contó Azucena, todavía muy afectada.

Ellos solo querían darle de alta, pero Azucena y su mamá insistían en que debía ser atendida. El personal de blanco prácticamente las echó del hospital.

“Lo que más me marcó fue cuando me dijeron que, si demasiado queríamos quedarnos, podíamos buscar algún hospedaje cerca o quedarnos por la calle”, contó.

Solo cuando avisó que tenía la visión borrosa se apuraron. Le pusieron anestesia y, tras el nacimiento, escuchó que pedían llamar al doctor. Diez minutos después, mientras la suturaban, le informaron que su bebé había muerto.

“Mi bebé hasta el último se movía y tenía latidos. No escuché llorar a mi bebé, solo escuché que gritaron ‘llamen al doctor’”, recordó.

Cuando le dieron la noticia, el mundo se le vino abajo.

“Aún cuando me estaban suturando la herida, el doctor me dice, de manera cortante: ‘Tu bebé murió, hicimos lo que pudimos y no aguantó’. Fue el dolor más grande que nunca había experimentado”, expresó.

Cuando comenzó a llorar, una de las chicas volvió a maltratarla.

“Me dijo que me quede quieta para terminar de hacer lo suyo y que después me iba a poder desahogar. Sentí que el mundo se me cayó encima”, contó.

Mientras quedó internada, los funcionarios le hacían comentarios como: “Ya vas a tener otro”, “Estás joven”, “Ya no llores, te hace mal”, “No sufrió” y “Vas a tener más y más lindos”. Además, le hicieron firmar un documento que hasta ahora no sabe qué es y de su portafolio desaparecieron documentos y estudios que ella llevaba, señaló.

Exige justicia

En el acta de defunción figura “asfixia prenatal”.

“Cuántas muertes pueden ser evitadas si se actúa a tiempo. Hoy tengo un hermoso y bello ángel que me inspira a seguir y la protección de Dios. Y, aunque aún no comprendo sus planes y mi corazón esté en añicos, decido confiar en él”, expresó.

Hoy, Azucena pide que se haga justicia y que ninguna otra mamá pase por lo mismo.