25 dic. 2025

Dolor: una madre llora al ver a su hijo asesinado

Disputa entre vecinos por una propiedad. El hoy fallecido fue alcanzado por un tiro en la cabeza y murió frente a su casa.

sentado.jpg

La mamá se sentó al costado del cuerpo de su hijo esperando el final del procedimiento fiscal.

Captura de video

Mientras en las casas del barrio Nueva Esperanza II, en la ciudad de Santa Rita (Alto Paraná), las familias se preparaban para la Nochebuena, en el hogar de Eugenio Gómez Portillo (37) sus allegados lloraban su muerte.

Gómez Portillo fue asesinado de un balazo en la cabeza frente a su vivienda cerca de las 18:30 horas del martes 23 de diciembre.

El presunto autor es su vecino Adilson Lemes Ragazi (35), quien se encuentra prófugo.

Fueron demorados Denilson Lemes Ragazi (hermano del sospechoso) y Alcides Schns (padrastro de ambos), ambos domiciliados en Foz de Iguazú, Brasil. Según las primeras averiguaciones, serían testigos del crimen.

De acuerdo con las investigaciones policiales iniciales, la víctima fatal había mantenido varias discusiones con su vecino Adilson en los últimos meses.

Tenían un conflicto judicial por la posesión de una propiedad. Tras escucharse el disparo, la madre de Eugenio Gómez Portillo salió de su casa para ver qué ocurría.

Inmediatamente se dio cuenta de que su hijo yacía tirado sobre el empedrado de la calle.

Gritando y pidiendo socorro, corrió hacia él y comprobó que tenía la cabeza cubierta de sangre y que probablemente ya estaba muerto.

Sin consuelo

La mamá no tenía consuelo. Agentes de la Comisaría 18ª fueron alertados y se dirigieron a toda velocidad al lugar en una patrullera.

Lamentablemente, en su afán por prestar auxilio, el conductor de la patrullera pasó con el vehículo sobre parte del cuerpo cubierto.

Triste espera

El levantamiento del cuerpo tuvo su tiempo.

Mientras tanto, la mamá colocó una silla al lado del cuerpo y se sentó a rezar.

Esta desgarradora escena fue grabada en video por vecinos y viralizada en las redes. La pelea entre los dos hombres se volvía cada vez más frecuente, pero esta vez llegó a un punto sin retorno: la muerte de una persona, todo por una disputa por una casa.