Eran cerca de las 22:30 del domingo, cuando Mayra Thalía González Quintana ingresaba al Sanatorio San Martín de Asunción. Minutos más tarde, los médicos del lugar confirmaban su fallecimiento y convocaban a los agentes de la Comisaría Séptima Metropolitana y la fiscala de turno, Rosa Noguera.
La chica de 23 años fue llevada hasta el sitio por su novio, un médico de 40 años a bordo de una camioneta marca Rexton, gris, de la propiedad del galeno, quien trabaja en el mismo nosocomio como anestesista.
El comisario Sabino López, jefe de la mencionada dependencia policial, comentó a EXTRA que si bien la chica no presentaba heridas de arma blanca o de fuego, sí tenía rastros de violencia (moretones y golpes recientes y de larga data). “Él se retiró del sitio y regresó dos horas más tarde a bordo de un vehículo al servicio de Uber y ya se encontró con la comitiva policial”, afirmó el jefe.
El uniformado contó que el médico estaba muy nervioso y ante las circunstancias, la fiscala Noguera ordenó el traslado de su rodado hasta el predio del sanatorio, donde fue inspeccionado. En su interior se encontraron pertenencias de la chica y de uso profesional del doctor, quien quedó detenido bajo la sospecha de un nuevo caso de feminicidio.
El mismo fue identificado como Aldo Ariel López González, quien fue trasladado hasta la comisaría jurisdiccional, mientras el cuerpo de la muchacha fue derivado a la morgue judicial para ser sometido a una autopsia, a fin de determinar la causa de muerte. López manifestó a los intervinientes que su novia murió al ahogarse con su propio vómito.
La joven dejó huérfana una criatura.