María Ester Flores Riveros, contó a EXTRA la historia de Chuco, un perro que fue traído del Puerto de Las Palmas, Argentina, por un pescador humaiteño con la idea de convertirlo en un perro de caza. Sin embargo, al parecer a Chuco no le gustó la idea, abandonó su hogar y se convirtió en un perro callejero y amigo de todos.
“Un alma libre que recorre el pueblo, comparte con la gente, brinda cariño incondicional a propios y extraños. Él enseña algo que el mundo actual nos hizo olvidar, el valor de la amistad. Es el mejor anfitrión y guía turístico de Humaitá ”, dijo María.
En honor a esa lealtad, le mandaron hacer una estatua, que está ubicada cerca del restaurante La Terraza, donde pasan los turistas para visitar las ruinas y el museo. La obra fue hecha por el escultor Óscar Garcete.
“(Chuco) Ya tiene 9 años, es un perro muy especial y muy querido por todos, un ángel de cuatro patas con que fue bendecido el pueblo. Sus amigos decidimos que quede inmortalizado en una estatua para que cuando tenga que cruzar el arcoiris quede esa estatua de recuerdo, de su paso por este mundo”, dijo Flores.
“La madrina Reina y la tía Yoly lo cuidan cuando tiene algún problema de salud. Él va directo a la casa a refugiarse”, agregó.
Es canción
Pero no solo eso, Chuco también tiene una música que le compusieron. “Hace dos años y medio que le robaron del Puerto de Humaitá y le alzaron en una lancha y luego a un barco que iba a Asunción. Se le buscó por todas partes y nos avisaron de lo sucedido. El pueblo se movilizó, dimos con su paradero y se le trajo de vuelta. Eso cuenta la canción que le escribieron”, relató la doña.