12 sept. 2025

Hay más casos: doña pagó por 50 años y no recibió ni cajón, afirman

La mujer murió a los 93 años y su familia debió recurrir a otra funeraria. El dueño aseguró que sin certificado de defunción no podían intervenir.

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El último aporte de don Euclides fue de G. 200.000 al mes, al igual que doña María Luisa Cristaldo, quien tampoco pudo acceder al servicio de la funeraria.

Gentileza

“Religiosamente”, un hombre llegaba a la casa de María Luisa Cristaldo para cobrar el seguro de sepelio.

Ella era enfermera jubilada, murió a los 93 años, pero sus familiares no pudieron acceder al servicio.

La abuela falleció hace 1 año y 10 meses, pero su nieto, Fabián González, decidió contar su historia al enterarse de que no eran la única familia afectada por la funeraria Crichigno.

Son seis familias las que asumieron la denuncia, pero los supuestos estafados a lo largo de los años son decenas. El caso de María Luisa es considerado el más lamentable.

Don Euclides

Hace unos días también salió a la luz el caso de Euclides Ambrosio Ortiz Morel, jubilado del IPS de 89 años. Su hijo, Arístides Ortiz, denunció que la funeraria incumplió el seguro que él pagó durante décadas, negándose a cubrir servicios básicos y obligando a la familia a contratar otra empresa en pleno duelo.

En el caso de María Luisa, Fabián relató en charla con EXTRA que ni siquiera le quisieron entregar el cajón, a pesar de que su abuela nunca se atrasó en los pagos.

El día de su fallecimiento, él llamó primero al número que figuraba en el recibo, pero una grabación decía que no existía. Después insistió más de 50 veces al cobrador hasta que este le pasó el contacto de una secretaria, quien finalmente le dio el número del dueño de la funeraria, el médico Carlos Crichigno.

Le pidió G. 7000.000

“Me atiende el señor Crichigno y me pide G. 7.000.000. Yo le dije: ‘Señor, mi abuela pagó por 50 años’. Me respondió que ella había firmado un contrato, pero eso es imposible porque hace 10 años estaba postrada en cama”, recordó.

Desesperado, Fabián pidió al menos que enviaran una ambulancia, pero según él, Crichigno le respondió: “No, me traés los G. 7.000.000 al contado o no me llames más”.

Finalmente, la familia tuvo que reunir dinero como pudo y contratar un salón velatorio por su cuenta, según comentó Fabián.

“Al final no nos cubrió nada”, lamentó.

Todos los afectados decidieron unirse y formaron un grupo de WhatsApp. Ahora planean accionar legalmente contra la funeraria.

Caso Nelly

En otro caso, la maestra jubilada Nelly Estigarribia Benítez, de 65 años, murió en julio del 2023 después de haber aportado durante 38 años a la misma funeraria. Su familia relató que, pese a tener contrato de cobertura familiar, les exigieron un pago adicional de G. 2.500.000. Al reclamar, les dijeron que existía otro contrato con nuevas condiciones, aunque ellos aseguran que jamás lo firmaron.

Caso Irene

La familia de Carmen Irene Jou de Báez, fallecida en marzo del 2020 a los 94 años, denunció que tras 25 años de pagos tampoco recibió el servicio de la funeraria Crichigno. Cuando fueron a reclamar, les dijeron que no estaba al día con la última cuota, aunque el cobrador confirmó lo contrario. Finalmente, les argumentaron que no tenían equipos en plena pandemia y tuvieron que recurrir a otra empresa, pagando aparte por el sepelio.

Negó todo

Solo conoce el caso de Euclides

El dueño de la funeraria, Carlos Crichigno, negó las acusaciones y dijo no conocer el caso de Fabián, uno de los denunciantes. “Yo no estoy enterado de esa persona que dijo que hace ocho días o dos meses no se le hizo el servicio”, expresó a EXTRA.

Respecto a los reclamos, sostuvo que el problema se dio porque los familiares no presentaron el documento correspondiente. “Ellos no tenían certificado de defunción. Eso tiene que hacerlo el médico forense”, explicó a nuestro medio.