17 jul. 2025

Hay 4 nuevas víctimas de la secta umbanda

Eran apartados de su familia y los convencían de hacer “actos homosexuales”. No descartan que hayan más casos.

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La policía y la fiscalía allanaron el supuesto templo donde se hacían los rituales y donde se abusaba de los menores de edad.

Gentileza

Cuatro nuevos casos de abusos a menores salieron a la luz en el terrible suceso de la secta afrobrasileña Umbanda de Minga Guazú.

La fiscala Vivian Coronel confirmó a EXTRA que hasta ahora existen cuatro nuevas víctimas, todas menores de edad, que también habrían sido abusadas dentro del mismo templo. “Son de diferentes partes del país, no solo de Minga Guazú”, explicó la fiscala.

Aunque no dio muchos detalles sobre las víctimas, señaló que todavía están averiguando cómo ocurrieron los abusos y no descartan que aparezcan más víctimas.

Esto se da luego de que una madre haya contado el infierno que vivió su propio hijo de 17 años, a quien convencieron de “cometer actos homosexuales” con Adrián Aveiro (40), líder del grupo a quien llaman “pai de los santos”.

El tipo fue detenido e imputado en un allanamiento la semana pasada, donde se encontraron altares con figuras de santos extrañas y restos de animales usados en rituales. De allí, rescataron a una beba de 3 años y a un muchacho de 15.

Así los engañaban

El subcomisario José Rolón, de Trata de Personas, explicó que el “pai” se acercaba a los menores a escondidas de sus padres y los convencía de que dentro de ellos existía una energía femenina.

“Les decía que solo eran 30% masculinos y 70% femeninos, y los obligaba a vestirse como mujer para cometer actos sexuales”, detalló.

Si algún familiar se daba cuenta de lo que pasaba e intentaba oponerse, les metían cizaña para alejarlos de sus padres.

“A todos los integrantes de la familia les decía mentiras para que se peleen entre ellos”, contó.

Más cómplices

Al principio, también corrió la versión de que la pareja del “pai”, quien sería su primo, también habría participado de los abusos y que estaba prófugo. Sin embargo, aclararon que, hasta el momento, no tienen acusaciones oficiales en su contra.

También se señaló a la mamá de otra de las víctimas, a quien acusaron de ser cómplice, ya que habría prohibido a su hijo contar lo ocurrido.

“Aparentemente era una de las personas que vivía luego en el templo con su hijo y ya está tan metida en el tema que no quiere que se hable”, dijo.

El subcomisario también detalló cómo era el ritual.

“Los jóvenes eran obligados a vestirse de mujeres para el ritual que consistía en masturbarse entre todos frente a frente y ante al pai. Luego tenían que eyacular en una copa para que el líder pueda beber eso. Todo eso para después poder abusar de ellos”.