Alejandro Montiel contó cómo la pandemia lo impulsó a crear un moderno y chuchi fogón, a base de reciclaje y a la vez dio trabajo a muchas otras personas.
“Todo comenzó en el invierno pasado, tratando de buscar la forma de salir adelante durante la pandemia, fue así que dimos uso a un material reciclado, que después descubrí el impacto gigantesco que dio esa idea, el material es el tambor de lavarropas”, comenzó relatando en su cuenta de Twitter.
Buscó las lavadoras en desuso y encontró en las chatarrerías. “Empecé con dos vecinos a desarmar las lavadoras, consiguiendo así 20 unidades diarias, para luego procesar en el taller y convertirlos en fogones. Mientras nos rompíamos las bolas desarmando, la gente de la zona se empezó a ofrecer para desarmar por nosotros y así poder agilizar el proceso de fabricación y cumplir con la creciente demanda”, contó.
En el pico más alto de la pandemia, Alejandro seguía trabajando y sin darse cuenta, unas 40 personas ya se estaban involucrando en el proceso, creando grupos de acopiadores entre técnicos de lavarropas y recicladores.
Los pedidos iban en aumento y en poco tiempo ya realizaban envíos en varios puntos del país, ya que el “invento” era toda una novedad. Además muchas empresas también apostaron por el producto y vendían en sus locales comerciales. El costo del novedoso fogón es de G. 150.000 y pueden hacer el pedido al (0985) 628-394.
“Estamos súper orgullosos de dar muchísimo trabajo a los jóvenes, que gracias a esto, no están en las esquinas fumando crack. Este año con toda la red estamos preparadísimos para copar el país con fogones reciclados”, dijo.