Luego de dar el último adiós a su hijo Santiago, ayer a la tarde, el exsenador Blas Llano habló sobre de la tragedia y las repercusiones que hubo.
Lo primero que expresó fue su indignación por la gente que intentó sacar provecho del dolor y la angustia ajena.
“Esto para mí fue un accidente, un accidente donde mi hijo falleció al instante; donde por suerte, gracias a Dios, al conductor del vehículo, a su señora y a su hijo no les pasó nada”, dijo a NPY.
Familiares del camionero Adán David Ortellado, imputado por homicidio culposo, habían denunciado llamadas extorsivas de parte de un hombre, que les pidió 5.000 dólares, supuestamente para que no corra la imputación.
Y ante las especulaciones de toda laya, Llano negó tener intenciones de accionar judicialmente contra el trabajador o de ejercer influencia en el Ministerio Público.
“Dicen que queremos manipularle a la fiscal, no sé ni quién es la fiscala. Yo no tengo abogado, nunca tuve problemas judiciales”, manifestó.
No descartó ponerse en contacto con la familia del camionero involucrado en el choque, pero pidió un poco de tiempo para lidiar con el dolor.
Por otro lado, se refirió a su hijo fallecido. Contó que se había recibido de ingeniero civil en el cuadro de honor en la universidad pública.
“Mi hijo era un tipo sencillo, un tipo educado. ¿Por qué no ven si tuvo una multa de tránsito en 28 años, si alguna vez tuvo un moquete en una discoteca, si tuvo un antecedente de accidente de tránsito?”, expresó.
Millonaria fianza
Luego de pasar dos noches en la comisaría de Ciervo Cuá, en San Bernardino, Adán David Ortellado recibió la libertad bajo fianza de 500 millones de guaraníes. Esa suma económica como condición fue ampliamente criticada.