Carlos Rodríguez llegó a Paraguay para pegar una vuelta por Itapúa. El argentino tenía pensado recorrer las ruinas jesuíticas y algún que otro lugar histórico en el sur de nuestro país. A bordo de un taxi bajó en el centro de Encarnación y se dirigió hasta la pieza que alquilaría.
Presto para pagarla buscó su billetera en el bolsillo y por poco le da un infarto al darse cuenta de que la había perdido. Allí tenía 12.500 pesos argentinos (G. 2.125.000 aproximadamente). Rápidamente regresó a la terminal, donde no imaginó encontrar su héroe del día. Allí, en el barrio Buena Vista se encontró con empleados de una tevé paga y les consultó si por si acaso habían encontrado una billetera.
Su fortuna fue grande, pues segundos antes, Anderson Acosta partió hacia la Comisaría 2da. para entregar sus pertenencias, pues las había encontrado a mitad de calle y decidió devolverlas.
“Vinimos como para auxiliarle a un compañero y cuando me bajé del móvil encontré, había como 12.000 pesos. Fui a la comisaría para dejarles y me llama un compañero a decirme que apareció el dueño de la plata”, comtó Anderson.
Minutos después Anderson y Carlos se encontraron en el sitio donde ocurrió todo y en presencia de los uniformados procedieron a la entrega de las pertenencias.