Como una verdadera ironía del destino, Walter Gamarra Almada (30) terminó esposado ayer alrededor de las 18:00, tras armar un feroz sarambí en la casa de María Giménez de Olmedo (66), en pleno barrio Don Bosco de Villarrica.
De acuerdo con el informe de la Comisaría N° 1 Estación, todo comenzó cuando Gamarra llegó al domicilio de la doña en compañía de otros sujetos, todos ya en aparente estado de ebriedad.
Una vez allí, siguieron consumiendo bebidas alcohólicas hasta que estalló una discusión entre ellos. La señora, harta del ruido y la pelea, les pidió que se retiraran, lo que desató la furia del joven.
La mujer intentó resguardarse encerrándose en una de las piezas de la casa, pero el muchacho no se calmó. Golpeó varias veces la puerta hasta lastimarle un dedo a la víctima.
Alertados por el Sistema 911, los uniformados llegaron rápidamente y encontraron al sindicado en plena actitud agresiva. Fue reducido, esposado y trasladado hasta el Hospital Regional de Villarrica para su diagnóstico médico, antes de ser puesto a disposición de la Fiscalía.
Lo más llamativo del caso fue un detalle que no pasó desapercibido: Gamarra tiene tatuado en toda la espalda la imagen de San Miguel Arcángel, y su detención coincidió justo con la víspera de la festividad del santo.
Como si fuera poco, en el pecho lucía otra inscripción que decía “Familia Ezequiel”, lo que causó más comentarios teniendo en cuenta que acababa de protagonizar un episodio de violencia contra una mujer.