Artesanas iteñas denunciaron que un empresario les persigue para que dejen de producir un tatakua portátil de barro.
El modelo de hornito fue creado y comercializado por ellas desde el 2018, afirmó doña Vicenta Rodríguez, presidenta del Colectivo de Mujeres Alfareras Nativas de Caaguazú – Itá.
El 19 de febrero, la abogada de Juan Ignacio Troche le envió un telegrama colacionado para exigirle que la cuenta Kambuchi Apo borre de Instagram la foto de un tatakua.
La cosa se puso peor luego de Semana Santa, ya que una famosa pollería compró y promocionó la obra de las artesanas y a dicha empresa también le enviaron la notificación.
Lo mismo hicieron con una marca española de cerveza y un supermercado. Las doñas están preocupadas porque eso les haga perder clientes.
Hasta ahora ellas no conocen a este empresario uruguayo, solo saben que contrató a una alfarera de la comunidad para que le prepare los hornitos, indicó.
Así que los productos son elaborados hasta con la misma materia prima, que se saca de un estero en una parcela comunitaria.
Ña Vicenta contó a EXTRA que el año pasado registraron el hornito de ñai’u ante la Dirección Nacional de Propiedad Intelectual (DINAPI). Esta institución, por su parte, ya elevó una denuncia a la Fiscalía.
Su modelo es más “achatado”, dice
La empresa de Juan Ignacio Troche publicó en Instagram un comunicado contando que ellos propusieron a las alfareras de Kambuchi Apo hacer para él esos hornitos, con algunas modificaciones, y ellas le dijeron que no. Entonces, la firma diseñó un modelito más achatado e hizo que fuera eléctrico y, supuestamente, después vieron que las iteñas les iban copiando de a poco. Doña Vicenta aclaró que los de ellas no son eléctricos y son 100% artesanales.